Un cierre de año más que complejo es el que está teniendo Universidad de Chile, que atraviesa por un difícil momento tras la sanción del Comisión para el Mercado Financiero que dejó fuera de operaciones a Sartor, grupo inversionista que ostentaba la mayor parte de las acciones del club.
Sin embargo, en una maniobra que le obligó a responder un oficio de la CMF, el actual presidente Michael Clark adquirió la participación completa de Tactical Sport, fondo vinculado a Sartor, y se mantuvo a la cabeza del conjunto laico.
Sin embargo, esto no dejó conforme a la ex directora de Azul Azul, Carolina Coppo. “Lo percibo con mucha preocupación como todos los hinchas, es parte de la poca transparencia y opacidad de Sartor desde que llegó al club, haciéndose dueño de la mayoría de las acciones desde Tactical Sports”, declaró en conversación con radio Cooperativa.
La otrora representante de la casa de estudios, quien renunció a su cargo a fines de 2022, agregó que “los malos negocios, negligencias en la administración, sean dolosas o culposas por parte de los ejecutivos de Sartor con sus inversiones, es algo que preocupa a la U, porque era uno de sus mayores accionistas, pero sin dar mayor aviso y sin hacer las consultas debidas a la CMF, se produjo esta venta muy apurada de las acciones que eran de Sartor hacia Michael Clark”.
Por otra parte, la abogada recordó que “cuando renuncié una de las cosas que más critiqué era la falta de transparencia y que al directorio no se le consultaban algunas decisiones, sino que se tomaban por Michael Clark y un par más, y muchas de las cosas que estimaba el directorio tenía que estar al tanto, si quiera eran informadas, una se informaba por ustedes (la prensa)”.
Pero eso no fue todo. La jurista planteó además que “existen ciertas prácticas de las que todos aquellos que estuvimos en el club y todavía están, supieron y dan cuenta de que en realidad quien toma las decisiones no solamente es Clark, sino que es Clark con dueños de otro equipo. Eso es un secreto a voces. Eso lo saben todos. Ahora, el motivo de por qué ocurre de esa manera puede ser discutible y por eso yo no puedo afirmar que los dueños de Huachipato sean los dueños de la U”.
Asimismo, indicó que “no sé cuál es la posición que tienen en la universidad, me imagino que de preocupación y me imagino que estudian si es posible -analizar el contrato-. Tienen que tomar la decisión de qué quiere hacer la universidad, y en el caso que se decida demandar la resolución del contrato para efectos de privar a Azul Azul de los derechos de imagen, los logos, colores de la universidad, es una decisión que tendrán que tomar después de un estudio que tendrán que hacer sus abogados”.
“Siempre he sostenido que este contrato, en el fondo, impone a Azul Azul dos tipos de obligaciones. Unas que son financieras y que tienen que ver con el pago del royalty, que es un porcentaje, varía en el tiempo y depende de los ingresos que tenga Azul Azul, pero el uso de los distintivos de la universidad tiene que sujetarse de acuerdo al convenio que establece que Azul Azul debe usar los distintivos de la universidad con respeto a los valores de la universidad”, añadió.
Por último, Coppo subrayó que “este es otro tipo de obligación, una obligación inmaterial, que tiene que ver como funciona, como se trabaja, y ahí habría que configurar y tratar de hacer calzar alguna de las acciones de Azul Azul en una vulneración a los valores de la universidad y creo personalmente que las hay, la falta de transparencia, la turbiedad, opacidad, la forma en que se administra, en particular porque la universidad es un órgano público que está obligada a actuar con transparencia”.