Aprovecharon el momento perfecto, pero el plan no fue improvisado. Nadie les escuchó marcharse y nadie les ha visto desde entonces. La Guardia Civil, la Policía Nacional y los distintos cuerpos municipales siguen buscando este miércoles 25 de diciembre, todavía sin éxito, a los dos presos que el pasado sábado por la noche se fugaron del centro penitenciario de Picassent , en Valencia, mientras sus compañeros escuchaban en la radio el partido de fútbol que enfrentó al Barça con el Atlético de Madrid. Un suceso muy poco habitual en España. Los agentes de la Benemérita, encargados de la investigación judicial, han revisado las imágenes de las cámaras de seguridad del penal, mientras se suceden los controles por las carreteras de la zona y en los pueblos natales de los huidos, por si regresan a sus domicilios en plena Navidad. Ambos reclusos estaban en el recuento que se realizó a las 21 horas en el módulo 2, el de los presos más conflictivos . Pero antes de la medianoche se les había perdido el rastro. En ese lapso de tiempo, Sergio C., de 43 años, y David M., de 39, arrancaron barrotes oxidados de la ventana de sus celdas contiguas, anudaron sábanas trenzadas y bolsas de basura para fabricar una especie de cuerda y se descolgaron por la pared. El jaleo por el partido les permitió burlar la presencia de funcionarios en el interior de la prisión. Tampoco sonó ninguna alarma cuando estuvieron merodeando por el exterior. La puerta corredera que forzaron para salir del recinto carcelario -la entrada que se utiliza para gestionar mercancías- no tenía en esos momentos vigilancia. Según Levante-EMV, los internos podrían haber utilizado material sustraído del gimnasio , una barra de levantamiento de pesas y unas mancuernas, para forzar tanto los barrotes como ese portón. Se sospecha que pudieran ir andando hasta la localidad de Albal y allí robaran un coche. Además, una vecina de Vilamarxant ha asegurado a À Punt que vio a uno de ellos este martes a mediodía en los alrededores de un supermercado del municipio y alertó a la Guardia Civil, que no pudo detenerle. Instituciones Penitenciarias ha abierto su propia investigación interna ante lo que, a todas luces, es una cadena de negligencias y fallos de seguridad que los sindicatos vienen advirtiendo. La de Picassent es la cárcel con más presos de España -más de 2.000- y el estado de las instalaciones y la falta de personal llevan años siendo objeto de crítica de organizaciones como Acaip.
