La satisfacción y alegría de José Lorenzo Chavarría Salguera son enormes, como si se hubiera pegado el premio mayor del Gordo navideño, pero no. Si bien la suerte no acompañó a este recolector de basura en el sorteo de la lotería, un logro personal fue su gran recompensa.
José Lorenzo, de 35 años, logró concluir su bachillerato. Es uno de los 11.000 costarricenses que se graduaron el 13 de diciembre del programa Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento (BEE), que funciona mediante un convenio entre el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED). Este plan está dirigido a adultos que, entre 1988 y el 2019, lograron obtener su título porque debían una materia o más.
En cuatro meses, alcanzó lo que había anhelado por más de 15 años. Si bien había concluido el quinto año, tenía pendiente hacer bachillerato, pues al convertirse en padre joven, se dedicó a trabajar.
“Imagínese que logro tan grande. Para mí esto fue como sacarme la lotería”, comentó.
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Este vecino de Marañonal de Esparza, en Puntarenas, vio la oportunidad de sacar el bachillerato en una publicación de redes sociales. La idea le pareció muy bien, primero porque su esposa, Shirley Bolaños, siempre lo ha motivado a estudiar, y en segundo lugar, por la posibilidad del programa de realizarse de manera remota.
El BEE consta de cuatro módulos, se completa uno por mes y abarcan temas como competencias socioemocionales y habilidades blandas, competencias digitales, competencias para gestionar proyectos y competencias en inglés.
“Cuando lo vi pensé en meterme en eso, porque me daba el chance de entrar a cualquier hora del día y hacer la tarea y todo. Mi esposa me ayudó a llenar el link”, contó José Lorenzo.
Este avance educativo tiene muy motivado al puntarenense, quien estima que en máximo cinco años podrá acceder a nuevas oportunidades laborales y llegar a generar más ingresos. Ha considerado estudiar inglés o sacar un técnico en Contabilidad. Con el bachillerato en sus manos siente que las posibilidades son infinitas.
“La idea es estudiar o estudiar. Tengo un buen trabajo, pero es demasiado maltratado físicamente. Tenemos que terminar sí o sí, así sea con lluvia o con calores muy fuertes. Trabajo en esto desde hace tres años. Estoy motivado para seguir adelante”, comentó.
Su labor como recolector de residuos y aseo de vías ha provocado que José Lorenzo haya sufrido la discriminación de personas, algunas, incluso, se tapan la nariz cuando él se acerca. Para él, cualquier trabajo es digno, sea barriendo una calle o ejerciendo la Medicina, sin embargo, reconoce que no hay tantas opciones “cuando no se es bachiller”.
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José Lorenzo cuenta que él habla con su hijo Evans Andrés, de 15 años, y lo motiva a comprometerse con los estudios, pues en ellos ve un trampolín para salir adelante.
En su caso, cuenta que le ha tocado “llevar palo” y realizar trabajos de todo tipo, entre ellos, construcción. Por ello instruye a su hijo para que se enfoque y no le pase como a él, que cuando era joven pensaba que “todo era vacilón”.
El nuevo bachiller está convencido de que quien lo desee puede obtener su bachillerato, sobre todo, dice, con esta metodología que permite realizar el programa de manera virtual.
“Con este proyecto nadie puede decir que no se puede. Usted busca la manera de cómo luchar, usted tiene que decir que lo va a hacer. Se lo propone y cuando se da cuenta ya tiene el bachiller. A los jóvenes y adultos les digo que si se lo proponen salen adelante y cuando se dan cuenta ya son profesionales”, expresó con satisfacción.
