Más de 20 millones de desplazamientos son los que prevé la Dirección General de Tráfico DGT para esta Navidad. Muchos de estos desplazamientos, tanto de largo como de corto recorrido, se realizarán especialmente durante los fines de semana y los días festivos, y se dirigirán hacia segundas residencias, zonas de montaña para la práctica de deportes de invierno, zonas de atracción turística invernal y navideña, así como a áreas comerciales. Tráfico insiste también en la importancia de no unir alcohol y conducción en estos días de celebraciones y ser prudentes en nuestros desplazamientos, especialmente en los trayectos cortos y nocturnos muy habituales en estos días. Por supuesto, en estas fechas invernales es crucial también prestar atención a las condiciones meteorológicas adversas que pueden aparecer de manera repentina y afectar a la conducción. Para dar cobertura a todos estos desplazamientos, la DGT tiene preparado un operativo especial que incluye medidas de regulación, ordenación y vigilancia que garanticen la movilidad y la fluidez en las carreteras y, al mismo tiempo, velen por su seguridad vial. Para ello, la DGT cuenta con la máxima disponibilidad de sus medios humanos (Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, personal funcionario de los Centros de Gestión de Tráfico, patrullas de Helicópteros y personal encargado del mantenimiento de equipos y de la instalación de medidas en carretera). Las bajas temperaturas del frío invernal pueden afectar a los coches de diversas formas y provocar fallos que reduzcan la seguridad al volante o arruinen un viaje navideño. Desde Carglass nos ofrecen unas recomendaciones básicas para que los conductores puedan disfrutar de las vacaciones de Navidad sin sufrir estos inconvenientes. Aunque parezca una obviedad, siempre hay que retirar el hielo del parabrisas antes de emprender la marcha. Y es que sigue habiendo conductores que arrancan esperando a que la calefacción y los limpiaparabrisas hagan su efecto, mientras recorren muchos metros sin apenas ver lo que sucede delante del volante, generando una situación peligrosa. Descongelar el parabrisas con agua muy caliente, o con el aire de la calefacción a temperatura elevada, puede dañar el cristal seriamente por el cambio brusco de temperatura, provocando su rotura. Y este efecto se intensifica notablemente si el parabrisas tiene un impacto. Tampoco es recomendable accionar los limpiaparabrisas cuando el cristal está helado, pues se daña la superficie de las escobillas. Si no queremos quitar el hielo por las mañanas, lo más sencillo es proteger el parabrisas con un simple cartón sujeto con los limpiaparabrisas, que podemos guardar en el maletero. Carglass recomienda quitar el hielo empleando una rasqueta de plástico, que no daña la superficie del cristal. Otro método es o rociar el cristal con alcohol, que derrite el hielo con rapidez. También es recomendable aplicar en el parabrisas un tratamiento específico repelente de líquido e insectos, que además de mejorar sustancialmente la visibilidad diurna y nocturna en lluvia, hace que las lunas se congelen menos y que el hielo se retire con mucha facilidad. Un estudio de la American Automobile Association (AAA) ha demostrado que el funcionamiento de los sistemas ADAS se ve afectado negativamente por la lluvia, la nieve y, mínimamente por la suciedad en el parabrisas. Este organismo recomienda a los conductores tener en cuenta que los sistemas de asistencia de mantenimiento de carril y de frenado automático de emergencia pueden bajar de rendimiento en condiciones meteorológicas adversas. También recomienda mantener limpias las zonas alrededor de las cámaras y los sensores de radar. Las baterías sufren mucho con el frío y suelen fallar en invierno cuando están en el último periodo de su vida útil. A la mínima señal de desfallecimiento hay que sustituirla, porque puede degradarse a mucha velocidad. Las baterías de los coches eléctricos también notan las bajas temperaturas, reduciendo su rendimiento, lo que disminuye la autonomía disponible. Es recomendable usar las funciones de precalentamiento remoto –desde el smartphone y, si es posible, con el coche todavía enchufado- para salir de viaje con más carga. Invierno es la época del año en la que más roturas de parabrisas se producen por los cambios de temperatura. Un pequeño impacto en el cristal, que puede reparase con facilidad en Carglass, puede desembocar en una rotura: si tenemos un impacto, hay que repararlo para que no vaya a más. Los cambios de temperatura pueden causar alteraciones en la carrocería que se transmiten al parabrisas, alterando sus patrones de tensión. Y el propio cristal también sufre al soportar la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del vehículo. Hay que prestar atención a los niveles del líquido anticongelante del sistema de refrigeración y al líquido limpiaparabrisas. El depósito de líquido limpiaparabrisas no debe rellenarse sólo con agua, para evitar que se congelen los manguitos y se obstruyan los pulverizadores a bajas temperaturas. El calor y el frío deterioran las escobillas de goma de los limpiaparabrisas. Unos limpiaparabrisas deteriorados provocan franjas o superficies veladas en el campo de visión al accionarlos, con la consiguiente merma de seguridad. Se recomienda sustituir las escobillas, como mínimo, una vez al año. Para conservarlas en el mejor estado posible si el coche pasa las noches a la intemperie, es recomendable levantarlas o ponerles un cartón debajo. Las marcas de neumáticos más reconocidas ofrecen neumáticos para todo clima, que funcionan perfectamente en verano y están homologados para circular con nieve sin necesidad de emplear cadenas. Son una opción muy recomendable en zonas en las que nieva con frecuencia. Si no disponemos de ellos, tendremos que usar cadenas. Las hay de muchos tipos, desde la clásicas de acero, a las textiles o compuestas. Aunque estas últimas son más fáciles de montar, siempre es recomendable haberlas montado antes en alguna ocasión para que nos pille de primeras en el peor momento; y llevar guantes de goma, porque con las manos congeladas perdemos tacto y fuerza. Por último, hay que comprobar el estado de la rueda de repuesto o del kit de reparación de pinchazos antes de salir de viaje. La reducción de horas de luz y las condiciones climatológicas hacen que en invierno sea mucho más importante comprobar el estado de las luces del vehículo. Es recomendable llevar las luces diurnas o las de cruce encendidas durante todo el día. En invierno el coche se ensucia con más rapidez y, además, puede acumular la corrosiva sal que se emplea para quitar la nieve del asfalto; por lo que es recomendable lavarlo con frecuencia aunque sepamos que se va a ensuciar poco después. También es recomendable, si vamos a salir de viaje cuando hace mucho frío, llevar en el coche calzado de invierno, una manta, algo de comida y bebida, el teléfono bien cargado y un cargador. La tradicional campaña de la DGT para estas fiestas trata este año de trasladar el espíritu navideño a la carretera, manteniendo todo el año un comportamiento amable y responsable y, como dice el slogan de la campaña, «conduciendo siempre como si llevásemos el plato principal de la comida de Navidad».