Dicen que la presea de plata es la menos deseada en los deportes individuales. Pero Yusneylis Guzmán no hace más que reírse de esa afirmación absurda e incongruente. El segundo puesto nunca supo tanto a gloria como cuando esta habanera concluyó la final olímpica en la división de los 50 kilogramos de la lucha femenina en París 2024 y abrazó envuelta en lágrimas a uno de los artífices principales del resultado: su entrenador Filiberto «el Puly» Delgado.
En la capital francesa Yusneylis vivió el clímax de su aún joven carrera. Allí llegó sin grandes vaticinios y, sin embargo, se paró regia sobre el colchón francés, y a base de tackles y firmeza subió hasta el podio olímpico.
Nadie, absolutamente nadie puede arrebatarle a «la Chiqui», como le conocen en el mundo de la lucha, la alegría de haber sido la primera mujer en la historia de la lucha femenina cubana en colgarse una medalla en citas bajo los cinco aros.
A sus 28 años recuerda a Juventud Rebelde que aquel 7 de agosto cuando le colgaron la presea plateada en el pecho fue el día más feliz de su vida. Justo en ese instante, dice, el atleta solo piensa en los seres queridos y en el pueblo que la espera con los brazos abiertos.
Ese resultado de «la Chiqui» puede catalogarse, sencillamente, como uno de los sucesos más importantes del deporte antillano este año. De ahí que la muchacha del municipio capitalino de Diez de Octubre haya sido seleccionada como la mejor atleta femenina en deporte individual durante el año 2024.
Al preguntarle por ese premio indiscutible y merecido, reconoció que la llena de orgullo, al mismo tiempo que la compromete de cara a las próximas presentaciones. «Ya las personas me exigirán un poco más cada vez que suba a un colchón.
Pero es algo bueno, porque me obliga a exigirme también en lo personal», comenta.
Hace algunos días llamó la atención entre el público la ausencia de «la Chiqui» en la más reciente gala de la lucha cubana. Yusneylis aclaró que no es nada para alarmarse de cara al futuro cercano. Se trata de una lesión por ruptura del aductor mayor. «Estoy recuperándome todavía, agrega, y espero quedar totalmente lista en los primeros compases del año».
Para 2025 las miradas fundamentales de esta gladiadora estarán puestas en el Panamericano del deporte y el Campeonato Mundial en Croacia. «Se dice que después de los Juegos Olímpicos viene un año muerto, pero en el caso de la lucha será muy activo», comentó.
Previo a los Juegos Olímpicos de París, Yusneylis acumulaba como resultados relevantes las preseas de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, el bronce en Barranquilla 2018 y el título centroamericano en San Salvador 2023. Por su parte, a nivel continental obtuvo la medalla plateada en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, mientras que en Santiago de Chile 2023 se colgó el metal dorado.
Con todo un palmarés de excelencia ya en el mundo de la lucha, «la Chiqui» todavía no se contenta en lo absoluto. «Quedan metas por superar, expresó, y muchas satisfacciones por darle a este pueblo».