La ciudad de Dallas implementa una normativa que prohíbe el uso de cigarrillos electrónicos en espacios públicos, buscando proteger la salud de sus ciudadanos. Esta medida, aprobada por unanimidad, se suma a las restricciones ya existentes sobre el consumo de tabaco.
Desde diciembre, los residentes de Dallas deben adaptarse a esta nueva regulación que prohíbe el consumo de vapes en lugares públicos. La decisión se tomó tras recomendaciones de la Comisión Ambiental y la Oficina de Calidad Ambiental y Sustentabilidad, quienes alertaron sobre los efectos nocivos del vapeo en la salud de las personas más vulnerables.
Con esta normativa, Dallas se alinea con otras ciudades de Texas que han tomado medidas similares, reflejando una tendencia creciente hacia la restricción del uso de productos de tabaco y vapeo en espacios públicos.
La nueva ley en Dallas prohíbe fumar en espacios públicos cerrados, parques, lugares de trabajo, transporte público y sitios comerciales. Además, se establece que no se puede fumar a menos de 15 pies (4,5 metros) de cualquier entrada a un espacio público interior. Las infracciones a esta norma pueden resultar en multas de hasta US$500.
Dallas no es la única ciudad en Texas que ha implementado restricciones sobre el uso de cigarrillos electrónicos. San Antonio aprobó una normativa similar a finales de octubre, aunque su entrada en vigor está programada para el 1 de enero de 2025. Por su parte, Austin ya había prohibido el uso de vapes desde 2017, y Houston también impuso restricciones en 2022.
La decisión de prohibir el uso de cigarrillos electrónicos en espacios públicos responde a preocupaciones sobre la salud pública. Las autoridades locales han destacado que el vapeo puede tener efectos adversos, especialmente en poblaciones vulnerables, como niños y personas con problemas respiratorios. La nueva ley busca crear un entorno más saludable para todos los ciudadanos de Dallas.
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La aprobación de esta normativa ha generado diversas reacciones entre los ciudadanos. Algunos apoyan la medida, argumentando que es un paso necesario para proteger la salud pública, mientras que otros critican la restricción, considerándola una limitación a la libertad personal. Sin embargo, el Concejo Municipal de Dallas se mantiene firme en su decisión, priorizando el bienestar de la comunidad.
