La europeísta Maia Sandu asumió hoy su segundo mandato tras imponerse en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales moldavas, una victoria cuestionada por Rusia y la oposición prorrusa, que denunciaron manipulaciones.
"Prometo dedicar todas mis fuerzas y conocimientos al desarrollo de Moldavia, respetar la Constitución y las leyes del país, defender la democracia, los derechos humanos, la soberanía, la independencia y la integridad territorial del Estado", manifestó Sandu en la fórmula de juramento durante la ceremonia de investidura, según la agencia moldava Unimedia.
Desglosó su discurso de investidura en base a las letras de Moldova (Moldavia en la lengua local), al dedicar el primer párrafo al país (la M), el segundo al optimismo (la O), el tercero a la lucha (la L) y posteriormente al desarrollo, la organización, la voluntad y la ambición, correspondientemente.
"Moldavia es un país digno, con ciudadanos fuertes y resilientes y Moldavia votó, a pesar de todas las presiones, por una dirección clara, un país desarrollado, un país europeo, donde tengamos más seguridad y prosperidad", afirmó.
Sandu se impuso en las elecciones con el 55,35 % de los votos frente a los 44,67 % de su rival, Alexandr Stoianoglo, considerado como el candidato del Kremlin.
Los resultados se vieron fuertemente influidos por los votos de los moldavos residentes en el exterior, sin los cuales Stoianoglo se hubiera impuesto con el 51,19 % de los electores residentes dentro del país.
El Kremlin criticó estos comicios al asegurar que la mayoría de la población no votó, incluyendo a los cientos de miles de moldavos residentes en Rusia, donde solo se abrieron dos colegios electorales, y denunció que las elecciones "no fueron ni democráticas ni limpias".
Sandu, cuyo país comenzó en diciembre de 2023 negociaciones de ingreso en la Unión Europea (UE), fue felicitada por los dirigentes europeos y por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al que apoyó desde el inicio de la campaña militar rusa en febrero de 2022.