El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, concedió un indulto a los presos con enfermedades terminales, así como a mujeres embarazadas en situación de riesgo o a enfermos de VIH, pero no benefició a quienes cometieron delitos atroces -como tortura, terrorismo, racismo, blanqueo de dinero, ocultación de bienes- o contra la democracia, según se anunció este lunes en una edición especial del Diário Oficial da Uniao (Boletín Oficial).