En medio de varias crisis de diferentes índoles, Borussia Dortmund cierra con más dudas que certezas un año que jugó final de Champions; el deseo de sus hinchas es ponerle fin a las crisis.
Los negriamarillos comenzaron el año con Nuri Şahin y Sven Bender de regreso en el club. El dúo ayudaría al entrenador Edin Terzić en lo que, en última instancia, sería la temporada final del técnico al mando. Así lo anunció el director deportivo, Sebastian Kehl:
«Uno de los puntos en común es el deseo de dar un nuevo impulso al cuerpo técnico. Estamos convencidos de que ambos nos harán más fuertes como equipo para alcanzar nuestros objetivos en la segunda mitad de la temporada».
El equipo necesitaba un empujón después de llegar al parón invernal en el quinto puesto, con tres derrotas y una campaña en la DFB-Pokal que terminó abruptamente en la tercera ronda. La situación no mejoraría en la liga y Las Abejas no sobrepasarían de ese quinto lugar. Pero la sorpresa sería la Champions.
Tras superar el grupo de la muerte en 2023, sacaron al PSV en octavos, al Atlético de Madrid en cuartos y al PSG en semis. Así volvieron a una definición de Liga de Campeones. Y nuevamente en Wembley, como en 2013, aunque esta ocasión el rival sería Real Madrid. Los aurinegros jugaron un estupendo primer tiempo. Sin embargo, no aprovecharon sus ocasiones, como si lo hicieron los merengues y caerían derrotados por 0:2.
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A estas alturas, ya se sabía que la leyenda del club Marco Reus dejaría Dortmund al final de la temporada. Más tarde, se le uniría Mats Hummels, en una despedida menos emotiva y más controvertida. El arribo de Lars Ricken ilusionó a más de uno, con la promesa implícita de traerle seriedad al club y así regresar al BVB de antaño.
Con la llegada de nuevos jugadores como Serhou Guirassy y Waldemar Anton desde VfB Stuttgart y la incorporación de Maximilian Beier, Pascal Groß y Yan Couto, el Borussia parecía estar en condiciones de comenzar la primera temporada de Şahin en la cancha. Y el hecho de haber conseguido cuatro victorias en cinco partidos invictos al comienzo de la temporada llenó de optimismo a los aficionados.
Pero la contundente derrota por 5:1 en la cuarta jornada de la Bundesliga ante los suabos hizo que todos volvieran a la realidad. La irregularidad ha caracterizado al equipo desde entonces: el Dortmund ostenta actualmente el mejor récord como local en la liga, pero solo logró su primera victoria como visitante contra el VfL Wolfsburg en la jornada 15; mismo equipo que lo dejó fuera (otra vez prematuramente) de la DFB-Pokal.
Es cierto que Şahin lidió con una importante lista de lesionados a lo largo de la temporada 2024/25. Aun así, el juego por el que tanto pregonó la directiva todavía no llegó y hoy el BVB despide el año en la sexta posición:
«No debería ser una excusa, pero también es parte de la verdad: cuando tenga a mi plantilla de vuelta, estaremos bien».
Recuperar futbolistas y sumarlos a hombres en buen nivel, como el talentoso atacante Jamie Gittens que dio un paso adelante con ocho participaciones en goles de la Bundesliga, son las razones para el optimismo de Şahin. Sin embargo, la consistencia será el deseo de todos los hinchas en estas fiestas. Y en caso de que los resultados no sean los deseados, que la toma de acciones de la dirigencia no se demore. Como dijo Julian Brandt:
«Tenemos que seguir [preguntándonos] por qué no estamos en segundo, tercer o cuarto lugar, sino en quinto o sexto lugar; tenemos que jugar con más confianza, con más madurez».
A diferencia de la última temporada, el cupo extra de Champions no llegaría a la Bundesliga, por lo que la participación del BVB en la Orejona 2025/26 está en riesgo. Y perder la confianza de la afición en pos de un proyecto de entrenador que todavía no arrancó podría costarle demasiado a la institución en los próximos años.
