Bajar impuestos municipales como el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles). Fue una de las promesas y compromisos con los que el popular Jesús Julio Carnero llegó a la Alcaldía de Valladolid en junio de 2023, y será ya de cara al segundo ejercicio de su mandato cuando ese alivio tributario llegue a los bolsillos de los vallisoletanos. El Pleno del Ayuntamiento de la capital del Pisuerga aprobó ayer definitivamente las ordenanzas fiscales para 2025, entre las que sobresale precisamente la modificación de la que atañe al IBI, que se reducirá un 5 por ciento a partir del 1 de enero. Y la bajada «será progresiva, hasta llegar al diez por ciento al final de mandato y cumplir el compromiso anunciado por el equipo de Gobierno», destacaron precisamente desde el Consistorio, en el que gobiernan PP y Vox . Precisamente también sobre el IBI, las ordenanzas que recibieron el visto bueno también incluyen la aceptación de la alegación presentada por la Federación Provincial de Asociaciones Vecinales y de Consumidores de Valladolid Antonio Machado que se puedan acoger a la bonificación fiscal por instalación para aprovechamiento de energía proveniente del sol durante los cuatro años siguientes al fin de la instalación, de modo que abarque desde el 1 de enero, pero siempre que se solicite en el primer trimestre de 2025. Además, las ordenanzas también han estimado la propuesta del Colegio Notarial de la Comunidad sobre el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana con el fin de conceder una interrupción del plazo para autoliquidar el tributo en actos mortis causa. Según destacó el concejal de Hacienda, Francisco Blanco, se ha asumido ya que «es la voluntad del equipo de Gobierno facilitar a los contribuyente la gestión de este complejo y controvertido tributo». Además, también se aprobó de forma definitiva la tasa de basuras «en cumplimiento estricto de la normativa nacional», subrayó Blanco, quien recalcó que este pago «no responde a la voluntad del equipo de Gobierno municipal». «Se ha sido sensible y receptivo» con las propuestas de propietarios y empresarios procurando «minimizar todo lo posible su carga», apuntó, además de recalcar la «disconformidad con que se obligue a los ayuntamientos a imponer la tasa». De media, en Valladolid capital se situará en los 70,80 euros anuales, por debajo de los 90,80 del promedio nacional.