A 18 años del homicidio de Nora Dalmasso, un giro dramático en la causa puso en escena a un nuevo sospechoso del crimen. Se trata de Roberto Bárzola, un hombre que se dedicaba a pulir los pisos de madera de la casa de la víctima.
El fiscal a cargo de la investigación, Pablo Jávega, reveló cuáles fueron las nuevas pruebas que serían determinantes para corroborar el grado de implicancia en el asesinato, ocurrido el 25 de noviembre de 2006 en Río Cuarto.
En este marco, el nuevo acusado fue imputado por abuso sexual seguido de muerte, aunque por el momento se mantendrá en libertad.
La fiscalía confirmó que encontraron ADN de Bárzola en el cinto de la bata que se utilizó para asesinar a la víctima y en un vello púbico hallado en el cuerpo. Estas pruebas recién se pudieron cotejar en septiembre de 2023.
"Se lo convocó para que propusiera defensores y conociera los elementos en su contra", detalló Jávega y anticipó: "Prefirió reservarse el descargo y abstenerse a declarar".
En este sentido, aseguró que "se está revelando el extenso cuadro probatorio, pero lo que tenemos es que esta persona estuvo prestando labores en la semana previa".
Vale recordar que Bárzola declaró seis veces como testigo de la causa y él mismo confirmó que estuvo en la casa aquel 25 de noviembre. No obstante, había dicho que ingresó al lugar y que esperó a que llegará su patrón Walter González.
"Los días que estuve trabajando, estábamos en un lugar que no teníamos contacto con otros trabajadores, ni con Nora, porque la vi una sola vez. No puedo decir nada de la relación de ellos porque nunca vi nada", declaró en su momento.
Las principales acusaciones por el crimen de Nora Dalmasso recayeron sobre su esposo Marcelo Macarrón, quien fue absuelto del crimen por la Justicia. Sin embargo, el abogado defensor había señalado al parquetista como un posible sospechoso.
El letrado Marcelo Brito había solicitado su indagatoria en 2007 y una extracción de ADN para cotejar con las pruebas, pero la fiscalía rechazó el pedido.
También fue señalado por la madre de la víctima, Delia "Nené" Grassi, quien había asegurado que la única persona con la que su hija había tenido problemas era con Bárzola. La mujer falleció a sus 90 años, sin conocer quién fue el asesino.
Por su parte, el fiscal Jávega confirmó que "la posibilidad de que sea condenado está, en tanto y en cuanto, subsista la acción".
Esto se debe al tiempo que transcurrió desde el homicidio a la acusación formal de la Justicia, por lo que podría prescribir el delito.