Imaginá que, en lugar de depender de prótesis dentales, podés hacer crecer nuevos dientes de forma natural. Este escenario dejó de ser ciencia ficción gracias a un tratamiento innovador que se está probando en la actualidad.
Investigadores japoneses, motivados por la idea de regenerar dientes caídos, comenzaron a realizar pruebas que podrían cambiar el rumbo de la odontología tal como la conocemos.
El tratamiento en cuestión se basa en un hallazgo clave: debajo de las encías de los adultos existen brotes inactivos de dientes de una tercera generación, de acuerdo a lo explicitado por Wired.
Estos brotes, que permanecen inactivos en el cuerpo, pueden activarse para generar dientes nuevos si se logra la estimulación celular adecuada. Los investigadores japoneses, a cargo de estos estudios, están probando un medicamento que podría hacer posible este proceso.
En los primeros estudios realizados, se ha observado que la proteína morfogenética ósea (BMP), presente en el organismo, juega un papel crucial en el desarrollo de dientes permanentes.
De hecho, la relación entre la deficiencia del gen USAG-1 y el crecimiento de dientes adicionales ha sido una clave fundamental para los avances. Aquellos que no expresan este gen correctamente tienden a desarrollar dientes extra, lo que sugiere que el gen USAG-1 regula el proceso de formación dental.
El desarrollo de nuevas piezas dentales mediante el bloqueo del gen USAG-1 ha sido probado con éxito en animales, y los científicos ahora buscan replicar este proceso en humanos.
En octubre de 2024, se iniciaron los ensayos clínicos en el Hospital Universitario de Kioto, donde los investigadores están probando el tratamiento en adultos con dientes caídos.
El objetivo es determinar si las piezas generadas en humanos tienen una apariencia funcional y estética similar a los dientes naturales.
Para entender mejor los posibles resultados, es importante considerar los siguientes aspectos:
Los primeros resultados de este tratamiento podrían cambiar la forma en que se aborda la pérdida de dientes en los próximos años. Si las pruebas siguen avanzando favorablemente, la regeneración de dientes podría ser una realidad para la próxima década.