Un hombre de 34 años en Vietnam fue sometido a una cirugía de emergencia tras descubrirse que tenía una anguila de 30 cm viva en su abdomen. El animal, que provocó perforaciones intestinales y peritonitis, fue extraído con éxito por los médicos. El caso, que ha sorprendido a la comunidad médica, se presentó en un centro de salud de la provincia de Quang Ninh.
El paciente llegó quejándose de intensos dolores estomacales, lo que inicialmente parecía un malestar común, pero resultó ser un escenario extraordinario al encontrar el animal en su interior. Los médicos realizaron diversas pruebas, incluyendo radiografías y ultrasonidos, que revelaron la presencia de la anguila. Este hallazgo llevó a una intervención quirúrgica urgente para evitar complicaciones mayores, ya que el animal había causado daños significativos en el intestino del paciente.
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Los especialistas en salud quedaron atónitos al identificar un objeto extraño de 30 cm dentro del abdomen del hombre. Se sospecha que la anguila ingresó por el recto y ascendió por el colon, provocando perforaciones intestinales y una peritonitis, una condición que puede ser mortal si no se trata a tiempo. Este tipo de incidentes, aunque poco comunes, destaca la importancia de abordar situaciones inusuales con rapidez y precisión.
Los expertos advierten sobre los riesgos asociados a la introducción de objetos extraños en el cuerpo, que pueden llevar a complicaciones médicas de alto riesgo. Además, subrayan la necesidad de campañas educativas para sensibilizar a la población sobre los peligros y las posibles consecuencias de estas prácticas.
Por fortuna, tras el procedimiento quirúrgico, el paciente estuvo en proceso de recuperación. Sin embargo, este caso pone en evidencia los desafíos médicos que surgen ante situaciones inesperadas y la importancia de contar con equipos de salud capacitados para responder eficazmente ante emergencias tan complejas.
Las anguilas son peces de cuerpo alargado que, por su forma, guardan un notable parecido con las serpientes. Pertenecen al orden Anguilliformes y están distribuidas ampliamente en diversos hábitats acuáticos, desde ríos y lagos hasta las profundidades de los océanos. Estas criaturas son conocidas por su gran habilidad para nadar, utilizando movimientos ondulatorios que les permiten desplazarse con agilidad en el agua.
Aunque la mayoría de las anguilas son inofensivas para los humanos, algunas especies pueden reaccionar agresivamente si perciben una amenaza. Las anguilas eléctricas, por ejemplo, generan descargas de alta intensidad como mecanismo de defensa o para capturar presas. Estas descargas, aunque no suelen ser mortales, pueden provocar lesiones y representar un riesgo, especialmente en contextos acuáticos.
Además, las anguilas tienen una larga historia de interacción con los humanos. En algunas culturas, son consideradas un manjar, mientras que en otras se les atribuyen propiedades medicinales. Su singular apariencia y fascinante comportamiento han inspirado mitos y leyendas, consolidando su lugar no solo en los ecosistemas, sino también en el imaginario colectivo de diversas sociedades.
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Las anguilas eléctricas son una de las especies más fascinantes del reino animal debido a su capacidad para generar descargas eléctricas. Estas descargas pueden alcanzar hasta 600 voltios y son utilizadas principalmente como mecanismo de defensa y para inmovilizar a sus presas en su entorno natural. Este rasgo singular las convierte en depredadores altamente eficientes en los ecosistemas de agua dulce de Sudamérica, donde suelen habitar.
Este rasgo puede representar un riesgo para los humanos si no se manejan adecuadamente. Sin embargo, en general, las anguilas no son consideradas peligrosas, a menos que se provoquen. En general, las anguilas, incluidas las eléctricas, no son consideradas peligrosas para las personas en condiciones normales. Sin embargo, es esencial tratarlas con respeto y precaución, evitando manipulaciones innecesarias que puedan provocar reacciones defensivas.