Indignante. Los vecinos de la urbanización Santa Luisa con Los Alisos, en el distrito de San Martín de Porres, denunciaron que 20 perritos, entre mascotas y callejeros, perdieron la vida por un envenenamiento masivo. El hecho conmocionó a la comunidad la mañana del domingo 22 de diciembre, a vísperas de las celebraciones navideñas.
Según detalló el activista animalista José Galarza, quien recibió la alerta de los residentes de la segunda etapa de Oquendo, los perros fueron encontrados con espuma en la boca, mostrando claros signos de haber ingerido veneno. Los cadáveres de 16 de los perros fueron hallados a lo largo de seis cuadras, mientras que otros cuatro fueron llevados de emergencia a una veterinaria cercana.
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"Varios perritos aparecieron muertos en diferentes partes, fueron como seis cuadras en una recta en donde han muerto los perros. Cada tres metros habían perritos sin vida, algunos en donde se pone la basura. Parece que el sujeto ha ido dejando veneno bocado en cada lugar donde los perritos buscaban comida. No ha sido en un solo lugar", manifestó.
Para los vecinos, esta sería una estrategia de los delincuentes para ingresar a las viviendas sin ser ahuyentados por los perros, como lo detalló el activista Galarza. "Hace unas semanas, en una página se publicó que sujetos han estado tocando las puertas en algunas casas y luego han robado esas casas. Se presume que serían esas mismas personas. Esto ha sido envenenamiento, tenemos imágenes de los perritos muertos convulsionando, botando espuma por la boca", afirmó.
Los dueños de los canes tienen previsto presentar una denuncia ante la comisaría de Oquendo para iniciar las investigaciones. Además, solicitaron a la municipalidad del sector la devolución de los cuerpos de las mascotas, ya que, inicialmente, se pensó que todos los perros eran callejeros.
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Un hecho similar ocurrió hace unas semanas en el distrito de Santa Anita, donde 20 perros fueron envenenados, lo que resalta la gravedad de este tipo de actos. Ante ello es importante precisar que el Poder Judicial considera que el envenenamiento de animales domésticos es un acto de crueldad, sancionado con hasta cinco años de prisión, de acuerdo con el artículo 206-A del Código Penal. En caso de reincidencia, la pena puede elevarse hasta ocho años de cárcel.
