Por considerar que el desempeño operativo de Coca Cola Femsa (Kof) durante este año ha sido mejor a lo esperado, apoyado, entre otras cosas, por sólidos volúmenes, Standard and Poor´s mejoró sus expectativas financieras sobre la empresa para este año y el siguiente.
“Como resultado de la eficiencia de las iniciativas de administración de ingresos, que incluyen la mejora de la mezcla de productos y la depreciación del peso mexicano, junto con la resiliencia del volumen, hacen que ahora esperemos un crecimiento de ingresos en la parte baja del doble dígito para 2024”, indicaron Alejandro Cajal y Alexander Michel, analistas de S&P.
“Además, contemplamos un crecimiento de los ingresos ligeramente mayor para 2025 y 2026 dado los supuestos revisados sobre los tipos de cambio y las expectativas de volumen para Sudamérica, sobre todo en Brasil y Argentina, lo que compensa parcialmente los supuestos macroeconómicos que deberían pesar algo en el consumo”, agregaron.
S&P estima que las ventas de Kof para este año serán de 273 mil 481 millones de pesos (mdp), 11.58 por ciento más que las registrada el año pasado, mientras que para el 2025 los ingresos serían de 297 mil 672 mdp, 8.8 por ciento más que este año.
Para el 2026 las ventas estimadas de la empresa fueron de 320mil 440 mdp, un incremento de 7.6 por ciento con relación a las estimadas para el 2025.
En cuanto al flujo estimado para este año es de 53 mil 963 mdp, 17 por ciento más que los 46 mil 123 mdp registrados el año pasado; para el 2025 el Ebitda proyectado es de 58 mil 927 mdp.
Indicaron que también revisaron al alza su proyección de los márgenes de vida ajustados por S&P de la empresa en unos 60 puntos base en 2024 y 10 puntos base en 2025, lo que refleja su estrategia de precios y la dilución de gastos en varias geografías
“En nuestra opinión, los costos de los principales insumos, como los edulcorantes y los envases deberían mantenerse por detrás del crecimiento de los ingresos brutos, lo que beneficiaría los márgenes brutos consolidados”, señalaron.
Destacaron que el desapalancamiento gradual de los últimos trimestres aumentó el margen de la empresa para la distribución de capital durante los próximos 12 o 24 meses.
El índice de deuda neta ajustada a Ebitda de S&P se situó cerca de 0.6 veces para los últimos 12 meses, que concluyeron el pasado 30 de septiembre, frente a un rango de uno a 1.5 veces histórico.
“En nuestra opinión, este desapalancamiento da flexibilidad para la asignación de capital, ya sea para gastos de capital, adquisiciones o retornos a los accionistas vía compra de acciones o dividendos. Esperamos que la empresa mantenga su prudente política financiera que se ve reflejada en una sólida posición de liquidez con una proactiva gestión de pasivos, junto con una relación entre el índice de deuda neta ajustada de deuda por S&P por debajo del umbral de clasificación de dos veces”, comentaron.