España comienza la semana con la mente en Nochebuena, la primera de las tradicionales celebraciones de Navidad. Millones de personas ya piensan en cómo colocar la mesa de su casa para que toda la familia esté lo más cómoda posible. Los invitados piensan en qué llevar y cómo desplazarse hasta el lugar de la cena. Las mesas de las casas se llenan de abundantes y diversos platos, que se empiezan a vaciar a un ritmo vertiginoso una vez toda la familia se sienta en la mesa.
Uno de los grandes protagonistas de las mesas navideñas, es el jamón ibérico, donde su sabor y textura conquistan a todos los comensales. Sin embargo, su consistencia y la tendencia a comer rápido durante las celebraciones pueden convertirlo en un riesgo de atragantamiento si no se consume adecuadamente. Se le debe prestar atención, ya que según datos de Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes (OPRA), En el año 2022 los atragantamientos accidentales provocaron 3.546 muertes, 1.641 mujeres y 1.905 hombres. Una rápida actuación es clave para evitar males mayores ante un atragantamiento.
El principal consejo en esta situación, algo nada sencillo, es mantener la calma. Si se empieza a sentir que la grasa del jamón está obstruyendo la garganta, se debe evitar tragar más comida y hay que dar unos pequeños sorbos de agua para intentar que la grasa se desplace. No se debe intentar inducir el vómito, ya que podría obstruir la garganta totalmente.
Un momento clave es si se empieza a notar falta de aire o problemas al respirar. Se debe actuar de manera inmediata. Se debe solicitar ayuda y pedir que hagan la maniobra de Heimlich. Una persona deberá rodear su puño sobre el abdomen, por debajo de las costillas, y presionar hacia adentro y hacia arriba de manera firme y repetitiva hasta que se expulse el trozo de jamón que provoca el atragantamiento. Si la persona atragantada pierde el conocimiento se debe llamar a la ambulancia y tumbar a la persona atragantada. Una segunda persona se debe arrodillar y para compresiones desde el suelo.
La situación es más complicada si la persona afectada está sola, pero hay una solución, aunque puede llegar a ser dolorosa. Si la persona está sola debe utilizar una superficie rígida, como puede ser la parte superior de una silla o el borde de una encimera sobre la que realizar autocompresiones, hacia adentro y hacia arriba, por debajo de las costillas, hasta que se expulse el trozo de jamón que causaba los problemas en la respiración. Si el problema se mantiene y la situación no mejora, hay que dejarse caer sobre una silla. Lo más probable es que se fracture alguna costilla, pero mejor eso que no poder respirar y acabar muriendo por asfixia.
Cuando una persona se atraganta con el jamón o con algún alimento u objeto comienza a dar señales. Estos atragantamientos pueden ser totales o parciales, dependiendo de la gravedad, y nos indican que debemos realizar las maniobras mencionadas anteriormente. Los síntomas son los siguientes, según la Clínica Universidad de Navarra:
Respecto al jamón, los expertos explican que lo ideal es cortar el jamón en trozos pequeños, separar el tocino y masticar al menos 20 veces antes de tragar. También existen una serie de medidas generales para cualquier alimento: