Luego de que el semanario Hildebrandt en sus Trece diera a conocer que el congresista Edwin Martínez contrató a Isabel Cajo Salvador, extrabajadora de Jorge Torres Saravia, pese a que no cuenta con un grado de bachiller ni licenciatura, el parlamentario se defendió en Punto Final afirmando que su criterio para contratar a trabajadores en su despacho se basa en el buen corazón que pueden tener.
"Lo que más que yo evalúo es que tipo de corazón tienen, si son buenos o son malos. Si son de buen corazón, son generosos, van a trabajar conmigo", aseguró que al periodista de Latina. Estas declaraciones se suman a las que ya había proporcionado a H13 en la nota publica el último viernes 20 de diciembre.
En efecto, Edwin Martínez, quien anteriormente formaba parte de la bancada de Acción Popular y ahora es un parlamentario no agrupado, tiene en su oficina a Isabel Cajo Salvador, una joven de 26 años. Esta no es la primera vez que Cajo trabaja en el Congreso de la República; anteriormente estuvo en la Oficina Legal y Constitucional durante la gestión de Jorge Torres Saravia, quien ha sido señalado como presunto líder de una red de proxenetismo y prostitución en el Poder Legislativo.
Cajo, que no posee un bachillerato registrado en la Sunedu, recibe un salario de S/7.000 como secretaria del congresista Martínez. Al inicio de su carrera en el Congreso, se unió al Área de Administración de Bienes con un sueldo de S/4.700. Pocos meses después, fue convocada por Jorge Torres Saravia para trabajar en su despacho, donde su remuneración ascendió a cerca de S/8.000.
De acuerdo con información del semanario Hildebrandt en sus trece, Cajo tiene estudios no finalizados en la Universidad Garcilaso de la Vega, los cuales había indicado anteriormente en su perfil de LinkedIn. Además, la joven trabajaba como modelo en la plataforma OnlyFans, donde ofrecía contenido para adultos. En la actualidad, tanto su perfil de LinkedIn como su cuenta en OnlyFans han sido eliminados.
Cuando un reportero del mismo semanario le preguntó a Martínez sobre el papel de Cajo en su despacho y la ausencia de credenciales para su puesto, él respondió: "Fue evaluada por el asesor, y yo di el visto bueno. (...) Yo no vivo de cuentos ni de habladurías. Algunos periodistas se olvidan de que son hijos de una mujer o que tienen hermanas mujeres, y eso es algo que yo quiero reivindicar en esta señorita. (...) Antes de ser político, soy un ser humano. (...) Para el cargo que yo necesito, no se requiere siquiera ser bachiller", afirmó el parlamentario.