Un antiguo edificio de tres pisos prácticamente abandonado, con la fachada deteriorada por el paso del tiempo, es la sede en República Dominicana de Pronalab Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL). Una empresa que se encuentra bajo el foco de los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el marco del caso Koldo. Los investigadores están analizando la documentación que han solicitado sobre las cuentas de este negocio, que está considerado como el "lavadero de dinero" de la trama, según informan fuentes del caso a LA RAZÓN.
Los investigadores trabajan desde hace semanas siguiendo el rastro de esta sociedad, ubicada al sur de Santo Domingo, y que fue constituida por Ignacio Díaz Tapia, socio del comisionista Víctor de Aldama. Uno de los primeros pasos que se dieron fue mandar requerimientos oficiales para recabar los datos correspondientes. Ahora, se está analizando la información obtenida. Todo ello realizado desde las oficinas de la UCO en Madrid.
El objetivo de la UCO es claro: demostrar las sospechas de que esta empresa era en realidad un "lavadero" de dinero de los miembros de la trama. Si por algo destaca el edificio que acoge la compañía es por el desuso del mismo. No hay carteles exteriores con el nombre de Pronalab y es totalmente "fantasma" su actividad.
La vista exterior de este pequeño complejo engaña y nada hacer pensar que las cuentas de esta empresa cuentan con millones de euros gracias a los contratos que obtuvo el laboratorio durante la pandemia. El análisis de estos números son clave para la UCO para conocer quién se hacía cargo del dinero en efectivo.
Las diligencias de la Guardia Civil podrán aclarar este término y están bastante avanzadas, según las mismas fuentes. Los agentes se han encontrado con dificultades para acceder a algunos requerimientos, pero finalmente los han conseguido. Estos especialistas ya cuentan con experiencia en República Dominicana por el caso que investigan sobre Luis Rubiales. En esas diligencias sí que viajaron hasta el país para realizar registros acompañados de sus homólogos policiales.
Pronalab no es la única compañía de interés al otro lado del charco. Los agentes tienen en el punto de mira más de una decena de sociedades que podrían pertenecer a la trama de Koldo. El análisis de la documentación recibida será clave para determinar si estos negocios se utilizaban para blanquear el dinero de las adjudicaciones sanitarias que recibieron.
El "misterioso" laboratorio de República Dominicana tuvo su inicio el 26 de marzo de 2021. El emplazamiento es número 1609 de la Avenida de la Independencia. El titular de la sociedad es Ignacio Díaz Tapia, uno de los socios de Aldama, que aparece en los papeles junto con Roberto Feliz Astacio y la sociedad Global Stratos Investmens S.L. Precisamente, en esta empresa figura como administrador único Fertinvest Consulting, que cuenta como apoderados a Aldama, Javier Serrano y su representante era César Moreno García.
La UCO lleva meses tras la pista de estas sociedades y sus vínculos con terceros países como ahora en República Dominicana. Las conversaciones de WhatsApp intervenidas a los protagonistas del "caso Koldo" condujeron hasta todo este entramado que tienen un denominador común: sus direcciones son edificios abandonados lejos de los millones que presuntamente tienen en sus cuentas.
De hecho, la Guardia Civil determinó en uno de sus informes de principios de octubre los vínculos del "conseguidor" Víctor de Aldama con determinados países de centroamérica y con República Dominicana. La UCO detectó conversaciones con empresarios amigos en las que dejaba entrever que cobraba dinero en metálico para derivarlo a países como Venezuela. "No tengo duda de que pagan pero la máquina necesita 'aceite'", expuso en uno de esos mensajes.
Se trata de una afirmación " de suma importancia" para los investigadores porque confirmaría la existencia de un "flujo económico" (que además tenía vinculación directa con la adjudicación de los contratos de pandemia) y porque reconocía que estos pagos se hacían en efectivo. Es lo que él denominaba 'aceite'. Los agentes sospechan que existió una dinámica de salida de fondos hacia República Dominicana al menos desde que el Ministerio de Transportes que entonces dirigía José Luis Ábalos adjudicó dos contratos de suministro de mascarillas a Soluciones de Gestión, la empresa de la trama.
En estos hechos implica tanto a Aldama como al entonces asesor de Ábalos, Koldo García, y su hermano Joseba. Desde septiembre de 2021, la participación de este último se intensifica, hasta convertirse en pieza clave en los traslados a Centroamérica. Los agentes interceptaron reuniones entre Aldama y Joseba García que solían tener lugar a finales de cada mes. Destaca, por ejemplo, un encuentro el 20 de septiembre de 2021 y otro el 21 de octubre de ese año. De las escuchas se desprende que Koldo García daba instrucciones a su hermano para que recogiera el efectivo de Aldama a través de su chófer.
En esta ecuación implican a Piedad Losada, secretaria de Aldama. "Para a las 11. Si no estoy lo dejo a Piedad y listo", reza uno de los mensajes de Aldama a Joseba. Tras ello, éste traslada a su hermano: "Confirmado domingo". El informe detalla que este mensaje se refiere "a un posible vuelo a República Dominicana" ya que el hermano del chófer viajó al país caribeño en dos ocasiones en aquellas fechas. Una en el período del 31 de octubre a 4 de noviembre de aquel 2021 y otra del 13 al 16 de diciembre de aquel año.
En ambos casos Joseba se coordina con su hermano, con Aldama y con Aránzazu Granell. Se trata de su contacto en República Dominicana y la persona que le facilita el efectivo. Con todo, también se efectuaron entregas de dinero. "Mañana, cuando estés por Punta Cana o llegando llámame y te digo donde estoy (...). Yo me lo echo al bolso y en algún momento dado nos encontramos, no te preocupes", le escribió la identificada como Arancha el 2 de noviembre de 2021. Según las escuchas telefónicas, se habría pactado darle a Joseba García "10K". Se trata de una cifra a la que la UCO da veracidad porque tras efectuarse la supuesta entrega de dinero, Joseba le pregunta a Koldo García: "¿Cuánto son al cambio 10?", a lo que éste responde que eran 8.800 euros; cifra que en aquel momento se corresponde con el cambio vigente de dólares a euros.