Uno de los manjares de la gastronomía peruana, conocida por su riqueza y diversidad, es un monstruo marino, que puede medir hasta dos metros y pesar 60 kilogramos. Este cefalópodo no solo es un ingrediente clave en las cevicherías locales, sino también un motor económico para el país. Su pesca en la Corriente de Humboldt convierte al Perú en el principal exportador de esta especie en América Latina y uno de los principales vendedores a nivel mundial, compitiendo con China por el liderazgo de la categoría.
En el océano Pacífico oriental se le conoce como calamar de Humboldt, pero una vez en el plato de los comensales de las cevicherías peruanas pasa a llamarse pota. Su presencia en la Corriente de Humboldt, una de las más productivas del mundo, lo convierte en una especie abundante y de fácil acceso para los pescadores peruanos. Este cefalópodo gigante no solo destaca por su imponente tamaño, sino también por su capacidad de adaptación y resistencia en diferentes ecosistemas, por lo que habita desde las costas de California, en Estados Unidos, hasta el extremo sur de Sudamérica, en Chile.
Viven en aguas profundas, entre los 200 y 1.000 metros durante el día, pero suben hacia aguas más superficiales por la noche en busca de alimento, que incluye peces e invertebrados. Debido a su importancia en la gastronomía peruana y su demanda por ser alta fuente de proteínas, este calamar es pescado en amplias cantidades para ser usado en platos marinos peruanos o con destinos de exportación como España, Japón, Corea del Sur y China.
La pota, debido a su sabor y textura, se adapta a una gran variedad de preparaciones en la cocina peruana. El ceviche de pota es quizás el más popular, elaborado con limón, ají, cebolla y otros ingredientes frescos que resaltan su frescura. Sin embargo, su uso no se limita a este plato icónico. También es común encontrarla en chicharrones, guisos, tiraditos y hasta en algunos platos junto a otros mariscos.
Su popularidad también ha crecido en el extranjero, donde chefs peruanos de la alta cocina cada vez más lo toman en cuenta para incorporarlo a menús internacionales como un emblema de la gastronomía nacional.
En Perú, la pota es reconocida no solo por su calidad culinaria, sino también por su accesibilidad económica. El precio promedio de este producto ha ido aumentando los últimos años, llegando a pasar de S/5 a oscilar hoy entre los S/20 por kilogramo en los mercados locales. Cabe destacar que el precio puede variar dependiendo de la temporada y la demanda.
