Oleksandr Usyk ha derrotado a todos los rivales con los que se ha enfrentado, pero pese a su carrera inmaculada hay señales de frustración en el boxeador ucraniano, que considera que no tiene el reconocimiento que se merece.
A sus 37 años, Usyk puso fin al debate sobre el mejor boxeador del peso pesado de su generación tras derrotar por segunda vez, ya en la madrugada del domingo en Riad, al británico Tyson Fury, imbatido hasta cruzarse con el ucraniano por primera vez en la capital saudita en mayo pasado.
Cuando le preguntaron a cuál de las grandes leyendas de los pesados no podría ganar, la respuesta fue clara y contundente: "A Oleksandr Usyk," respondió a los periodistas antes de hacer una reverencia al estilo kárate y marcharse.
No hay dudas de que Usyk se ha ganado un lugar en la historia junto a otros mitos como Muhammad Ali, Mike Tyson y otros campeones indiscutidos.
El campeón olímpico en 2012 cuenta ahora con 23 victorias y cero derrotas como profesional, campeón primero del peso crucero y luego del pesado, forjándose una de las mejores carreras de todos los tiempos.
Según la revista Ring Magazine, el originario de Simferopol, la capital de Crimea, tiene un "boxeo completo".
Tal vez sea por su imperfecto inglés o por sus modestos orígenes, el equipo de Usyk considera que el púgil aún pasa desapercibido y no es el centro de atención.
"¿Qué más tiene que demostrar Oleksandr? Es el mejor", responde su manager Egis Klimas. "¿Tiene que probar algo más?", insiste.
Usyk, que comparte fecha de cumpleaños con Ali, ya forjó una gran carrera como amateur, incluyendo títulos europeos y mundiales, además del oro olímpico.
Debutó como profesional a una edad tardía, con 26 años, pero solo necesitó 15 peleas para convertirse en el primer boxeador en unificar los cuatro cinturones del peso crucero.
Luego le bastaron apenas seis combates en el peso pesado para unificar todos los títulos, en mayo contra Fury, poniendo fin a 25 años sin un campeón indiscutido en la máxima categoría.
Pese a la diferencia de peso y talla, Usyk volvió a derrotar a Fury por decisión unánime de los jueces.
La pelea fue "más fácil que la primera", comentó el ucraniano, que se ha quedado sin rivales de talla en su división, por lo que ha insinuado que podría regresar al peso crucero.
Usyk derrotó en dos ocasiones a Anthony Joshua, otra de las estrellas de la división, y antes de derrotar a Fury noqueó a Daniel Dubois, quien pidió la revancha el mismo domingo, apenas acabada la pelea en Riad.
Los logros de Usyk eran impensables cuando, a los 15 años y ya consagrado peleador callejero, dejó las botas de fútbol por los guantes de boxeo.
"Decidí ir al gimnasio a boxear porque no necesitas un equipo tan caro para pelear", declaró a Ring Magazine hace una década.
"Por otro lado, sabía perfectamente que podía boxear porque gané muchas peleas callejeras durante mi infancia", añadió.
Usyk, apodado 'El Gato' por sus rápidos reflejos, utilizó técnicas de preparación inusuales, como realizar apneas de cuatro minutos, juegos malabares y su practica favorita: colocar seis monedas en el dorso de la mano, lanzarlas al aire y atraparlas.
El heredero de una gran generación de boxeadores ucranianos, como los hermanos Klitschko y Vasyl Lomachenko, ha logrado ganar mucho dinero con sus últimos combates en la rica Arabia Saudita, donde la bolsa era de unos 190 millones de dólares en la pelea del sábado, según varios medios.
Convertido en la nueva gallina de los huevos de oro, quizás por ello no sorprenda que este padre de cuatro hijos no ponga final a su carrera pese a su edad. "En cuanto al futuro, quiero llegar aún más lejos", sentenció.
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