Si por algo se caracteriza la temporada navideña es por su intensa actividad comercial, que trae asociado un aumento en el gasto relacionado con el ocio, restauración, alimentación o para los regalos, algo que impacta, en muchos casos negativamente, en el presupuesto de miles de familias de nuestro país. En ocasiones el desembolso es tan abultado que trae consigo consecuencias emocionales, de hecho, cuatro de cada diez españoles admite sentirse culpable cuando gasta más de lo previsto en regalos para otras personas, lo que evidencia “una creciente preocupación por el control presupuestario” durante estas fiestas, según se desprende de la última edición del Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum.
Si lo comparamos con la media europea (33%), España se sitúa como el segundo país con mayor proporción de ciudadanos que comparten esta inquietud, solo por detrás de Grecia (49%) y por delante de nuestros vecinos Francia (39%) y Portugal (38%). En el otro extremo son Austria, Dinamarca y Suecia las que registran las cifras más bajas (26%) junto con Suiza, en último lugar, donde solo dos de cada diez ciudadanos sienten remordimientos por gastar de más.
Cuando somos nosotros los que nos “autorregalamos” algún capricho el malestar es aún mayor, pues más de la mitad de los españoles, concretamente el 54%, admite sentirse apenado al gastar más de lo previsto en compras personales, dato que se coloca, de nuevo, por encima de los datos europeos (45%). Sin embargo, es conveniente prestar atención también a las diferencias intergeneracionales para así tener en cuenta las circunstancias económicas de cada grupo. En este sentido, destaca que la Generación Z es la que siente más culpabilidad por gastar más de lo planeado en regalos ajenos, pues así lo manifiesta el 46% de los jóvenes de entre 18 y 27 años. Mientras, este porcentaje baja hasta el 45% en el caso de los Millennials, al 39% para la Generación X y al 32% en el caso de los Boomers. Lo mismo ocurre cuando gastan en sí mismos, es la Generación Z (67%) la que se siente más culpable.
Una de las razones que Intrum cita como posible aliciente de este gasto excesivo es el aumento de las compras sin planificación previa, algo que sucede con más frecuencia en temporadas de alto consumo, como la Navidad, ya que los establecimientos aprovechan para ofrecer descuentos y promociones exclusivas que crean “un ambiente atractivo y estimulante que impulsa a los consumidores a gastar más de lo previsto”. En este contexto, es normal que uno de cada tres españoles admita que realiza más compras espontáneas en tiendas físicas ahora que hace dos años.
Los gastos innecesarios terminan por arruinar nuestras finanzas personales, ya no solo en Navidad, sino durante todo el año, más aún si estos desembolsos se dejan para última hora, lo que aumenta el riesgo de tomar decisiones impulsivas. Por ello, es recomendable establecer una lista de regalos y otra de límite de gasto que se mantenga dentro de las posibilidades financieras de cada uno para evitar excesos, además de revisar este presupuesto al finalizar las fiestas para tomarlo de referencia para el próximo año. Asimismo, en caso de financiar las compras, hay que asegurarse de que establecemos cuotas manejables para nuestra economía, sin comprometer nuestra estabilidad financiera a largo plazo, nadie quiere empezar 2025 endeudado.
