El impago del alquiler es una de las principales preocupaciones que tienen aquellos que arriendan su vivienda. Y esto no es de extrañar, ya que los inquilinos dejaron a deber, de media, 7.608,34 euros, un 0,85% más que en 2022, según el estudio sobre Morosidad en Arrendamientos Urbanos en España en 2023, elaborado por el Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos.
Es por ello que muchos propietarios deciden contratar un seguro de impago del alquiler, ya que esto les ofrece un "extra de seguridad". La aseguradora será la encargada de pagar las mensualidades pendientes en el caso de que el inquilino no pague lo que le corresponde. No obstante, no todo el mundo puede acceder a estas pólizas, ya que las compañías aseguradoras establecen unos requisitos para contratar un seguro de alquiler, tanto para los arrendatarios como para los arrendadores, tal y como señala la inmobiliaria online Housfy.
El arrendador que quiera contratar uno de estos seguros deberá cumplir con una serie de condiciones:
"A pesar de cumplir con los requisitos anteriores, también existen varios factores por los que una aseguradora podría rechazar la solicitud de un seguro de alquiler", asegura la inmobiliaria online.
Las compañías pueden denegar la contratación del producto si la propiedad está en mal estado o tiene problemas legales –como falta de documentación o disputas de propiedad–. Asimismo, la ubicación del inmueble también puede influir, ya que si este se encuentra en una zona con un alto índice de impagos o problemas de seguridad, "la aseguradora podría percibirla como un riesgo elevado y rechazar la solicitud del seguro", sentencian.