Un nuevo incidente de estampida en Nigeria ha dejado un saldo trágico de 22 muertos durante un evento de distribución gratuita de arroz en el estado de Anambra. La situación refleja la creciente desesperación de la población ante la crisis alimentaria que atraviesa el país.
La Policía de Anambra confirmó el aumento de víctimas tras la avalancha de personas que se produjo el sábado, superando las cifras iniciales de 12 fallecidos reportadas por organizaciones civiles. Este suceso se suma a una serie de incidentes similares que han sacudido a Nigeria en los últimos días, evidenciando la grave crisis humanitaria que enfrenta la nación.
El comisionado de Policía de Anambra, Nnaghe Obono Itam, visitó a los heridos en el hospital de Okija y lamentó la pérdida de vidas. La investigación sobre el incidente está en curso, mientras que el gobierno y la sociedad civil expresan su preocupación por la situación alimentaria en el país.
El director ejecutivo del Centro de Defensa Legislativa de la Sociedad Civil (CISLAC), Auwal Musa-Rafsanjani, destacó que la distribución de arroz, organizada por el filántropo Ernest Obiejesi, se tornó en una tragedia cuando una multitud descontrolada provocó la estampida. "La gente está desesperadamente hambrienta", afirmó Musa-Rafsanjani, subrayando la crítica situación que viven muchos nigerianos.
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Este evento no es un caso aislado. En otro incidente ocurrido en la capital, Abuya, al menos diez personas, incluidos cuatro niños, perdieron la vida durante una distribución de alimentos en una iglesia. Estos sucesos han llevado al presidente Bola Ahmed Tinubu a cancelar sus compromisos en honor a las víctimas, reflejando la gravedad de la crisis alimentaria en el país.
La crisis alimentaria en Nigeria se ha intensificado en los últimos meses, con un aumento de la inflación que alcanzó un récord del 33,95% en junio. Este incremento ha encarecido productos básicos como el arroz, el maíz y el ñame, volviéndolos inasequibles para una gran parte de la población. Nigeria, a pesar de ser uno de los principales productores de petróleo en África, enfrenta una alarmante realidad: cuatro de cada diez nigerianos viven por debajo del umbral de la pobreza, según el Banco Mundial.
La serie de estampidas en eventos benéficos refleja la desesperación de una población que lucha por sobrevivir en medio de una crisis económica y social. La situación exige una respuesta urgente por parte del gobierno y de las organizaciones internacionales para abordar las necesidades básicas de los ciudadanos y prevenir futuras tragedias.
