A medida que pasa el tiempo, la preocupación por la salud cerebral y el cuidado de la memoria se vuelve cada vez más relevante. Mientras buscamos alternativas para mantener el cerebro activo y prevenir problemas cognitivos, el queso, un alimento tan común en nuestra mesa, se perfila como un aliado inesperado.
El neurólogo Mill Etienne, en su investigación sobre los efectos de ciertos alimentos en el cerebro, destaca los beneficios de incorporar el queso adecuado a la dieta para mejorar no solo la memoria, también la función cerebral en general.
El consumo de ciertos tipos de queso, especialmente aquellos que no han sido procesados, demostró tener efectos positivos en la memoria.
Según Etienne, el queso es rico en aminoácidos esenciales como el triptófano y la tirosina, que son cruciales para la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Estos compuestos ayudan a mejorar tanto el estado de ánimo como la memoria.
El estudio reciente que involucró a adultos mayores reveló que los quesos como el griego y el cheddar tienen un impacto positivo en el rendimiento cerebral.
La investigación demostró que consumir estos quesos regularmente puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo, favoreciendo la salud cerebral en general.
Para aprovechar al máximo los beneficios del queso en la memoria, es esencial elegir variedades que sean naturales y no procesadas.
Etienne advierte que los quesos procesados, como los envasados individualmente o para untar, suelen contener aditivos y conservantes que podrían ser perjudiciales para el cerebro. Es importante buscar quesos que estén lo más alejados posible de los procesos industriales.
Entre las mejores opciones se encuentran:
Con estos quesos, no solo se contribuye a una mejor memoria, también a una salud cerebral óptima a lo largo del tiempo.