Las cancelaciones de los vuelos son una de las incidencias más comunes que ocurren en los aeropuertos de todo el mundo. Y es que casi uno de cada tres españoles ha sufrido la cancelación de un vuelo en el último año. Así lo muestra una encuesta llevada a cabo por la asociación Facua.
De todos aquellos que sufrieron una cancelación, el 66,3% indica que la aerolínea solo les ofreció un vuelo alternativo y el 7% que solo les facilitó el reembolso del billete. Además, aquellos que fueron informados de ambas opciones para poder elegir entre ellas, tal y como marca la ley, fueron nada más que el 15,9%.
El Reglamento Europeo 261/2004 establece que los pasajeros tienen derecho a recibir una compensación en el caso de que el vuelo se retrase más de tres horas o sea cancelado sin previo aviso. Esta compensación puede variar en función de la distancia del vuelo, así como el tiempo de espera, llegando a alcanzar hasta los 600 euros por pasajero. No obstante, el 84% de los usuarios que sufrió una cancelación asegura que la compañía aérea no les informó de su derecho, pese a estar obligadas a ello, según recoge la normativa europea.
La existencia de este reglamento es desconocida por el 39,6% de los encuestados; y aunque el resto sí que lo conocía, cuatro de cada diez contestaron que no sabían los importes en concreto. Además, el 78,9% de los encuestados tampoco sabe que siguen teniendo derecho a estas compensaciones si la cancelación o el gran retraso se produce por una huelga de trabajadores de la aerolínea.
Más de la mitad de los encuestados indicaron que la aerolínea no les ofreció comida y bebida mientras esperaban en el aeropuerto, y en el caso de que sí se la facilitasen, un 23,8% consideró que fue "claramente escasa". Tan sólo el 23,2% de los afectados por la cancelación de un vuelo opina que sí que fue suficiente.
Otro de los derechos que tienen los viajeros afectados por la cancelación de un vuelo es a ser alojados en un hotel –si el vuelo alternativo es en una fecha diferente–, así como al transporte entre el aeropuerto y alojamiento. Pese a ello, a cuatro de cada diez encuestados no les facilitaron alojamiento y sólo a un 1,6% les dieron transporte hasta el lugar en el que pernoctaron por su cuenta.
El PIR o parte de irregularidad de equipaje debe rellenarse en el aeropuerto cuando se sufre alguna incidencia con las maletas, aunque casi ocho de cada diez usuarios desconocen lo que es, a pesar de que sí parecen conocer que tienen derecho a indemnizaciones.
Además, del 54,4% que dice haber tenido problemas con el equipaje en algún momento, seis de cada diez encuestados no fue informado por la aerolínea de la existencia del PIR y de que debía rellenado para dejar constancia de la incidencia frente al 38,9% que sí que recibió esta información.
Solo el 18,5% de pasajeros que han volado en el último ha presentado una reclamación contra una aerolínea en este periodo. Casi siete de cada diez indican que no han necesitado hacerlo y otro 13,1% señala que, pese a que no la interpuso, considera que debió haberlo hecho.
Los encuestados, por norma general, no conocen la existencia de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y de que se puede reclamar a ella. Un, 65% dice no saber de ella, mientras que un 18% comenta que, aunque sabe que existe, desconoce sus funciones, y otro 17% indica que sí tenía conocimiento suficiente.