El nuevo primer ministro francés, François Bayrou, inicia su mandato con una tasa de impopularidad históricamente baja, según un sondeo publicado el domingo que indica que un 66% de los encuestados están descontentos con su nombramiento.
Solamente un 34% de las personas interrogadas en este estudio de Ifop-JDD, publicado en el Journal du Dimanche, afirman estar satisfechas o muy satisfechas con el centrista designado como primer ministro el 13 de diciembre.
El instituto que realiza este barómetro desde hace décadas no ha encontrado un nivel de impopularidad tan elevado para un primer ministro que acaba de asumir sus funciones.
Bayrou fue nombrado por el presidente Emmanuel Macron después de un largo proceso de consultas para hallar un sucesor a Michel Barnier, cuyo gobierno minoritario fue tumbado por los diputados tras tres meses en el cargo.
El centrista es el cuarto jefe de gobierno de Macron este año y debe formar gobierno en los próximos días para dotar al país de un presupuesto y tratar de aprobarlo en una Asamblea Nacional profundamente fracturada.
La proporción de encuestados descontentos con su nombramiento supera ampliamente la de sus antecesores Michel Barnier (55%), Gabriel Attal (46%) y Élisabeth Borne (43%).
El sondeo, realizado en diciembre en una muestra de 2.004 personas, indica una ligera mejoría en la valoración ciudadana del presidente.
El número de satisfechos con su gestión aumenta un 2% respecto al mes anterior y se eleva al 24%, aunque el porcentaje de descontentos es claramente superior, del 76%.
El director del instituto Ifop, Frédéric Dabi, atribuye esta pequeña mejora a la reapertura de la catedral de Notre Dame en París, en la que Macron consiguió reunir al presidente electo estadounidense, Donald Trump, con el dirigente ucraniano, Volodimir Zelenski.
"Emmanuel Macron toma un poco de aliento en la distinción de la función presidencial que él ocupa en comparación al resto del personal político", dijo Dabi en declaraciones al Journal du Dimanche.
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