En 2024, Patricia Bullrich plantó todo tipo de fake news para disimular los delitos de sus subordinados o justificar las políticas que busca implementar, como el flamante decreto que reinstala la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior. Desde el supuesto fundamentalista libanés que terminó siendo un peluquero de Avellaneda a calificar cualquier protesta social como terrorista.