Abre sus puertas el Centro de Interpretación Paco de Lucía, en su pueblo gaditano natal, como nuevo enclave para el flamenco y un espacio "para sentir a Paco", en palabras de la consejera andaluza de Cultura
“Qué bonito ha quedado esto, madre mía”, exclamó espontáneamente la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, al traspasar las puertas del nuevo Centro de Interpretación Paco de Lucía, que inauguró este viernes junto al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, al frente de una larga relación de autoridades, familiares del guitarrista y público en general.
Faltaron, eso sí, los artistas que acompañaron a lo largo de su trayectoria al músico algecireño, aunque algunos de ellos participan en la noche de este sábado en un concierto conmemorativo de los 77 años que Francisco Sánchez Gomes hubiera cumplido este 21 de diciembre, de no haber fallecido en México hace diez años como consecuencia de una crisis cardíaca.
La consejera cree que este nuevo enclave flamenco, levantado donde estuvo la Jefatura de la Policía Local de la ciudad, se convertirá en un espacio “donde sentir a Paco”, un lugar que, a su juicio, “debe servir de inspiración a los jóvenes que empiezan a tocar la guitarra”.
El guitarrista universal solía decir que “Algeciras es la única manera que he tenido de subsistir, de que el mundo no me coma, yo soy como los caracoles, yo llevo mi concha a cuestas, mi concha es Algeciras y yo vivo en ella. Yo siempre estoy en Algeciras” .
“Paco decía que siempre estaba en Algeciras, por eso se le debía este centro. Recordamos al músico y a la persona porque ambos son la misma esencia. La misma fuente y el mismo caudal. Aunque está en Algeciras, igual que Paco, el centro ha nacido para ser universal”, aseveró Del Pozo, convencida de que “Algeciras, y por ende, Andalucía, le debía a su artista flamenco más universal este centro de interpretación, un espacio vivo que es mucho más que una colección de recuerdos, grabaciones, videos o fotografías”. “Este espacio rinde homenaje y recuerda al hombre y al músico, porque ambos forman parte de la misma esencia, la misma fuente, el mismo caudal”, abundó la consejera.
El camino recorrido hasta la apertura del Centro de Interpretación no ha sido fácil: la concesión de fondos europeos correspondientes a la Iniciativa Territorial Integrada que se destinaron a la provincia gaditana, en 2018, meses antes de que Juan Manuel Moreno Bonilla sucediera a José Antonio Griñán en el Palacio de San Telmo, permitió la apertura del Centro dedicado a Camarón de la Isla en San Fernando –con un presupuesto que duplica al de Algeciras--, el de Rocío Jurado en Chipiona y el de Lola Flores en Jerez de la Frontera.
Desde entonces, el de Paco ha tenido que afrontar errores de tramitación, problemas sobrevenidos en las diferentes licitaciones, la pandemia de Covid-19, la aparición de restos arqueológicos en su perímetro y unos costes que la inflación ha disparado desde los 1,2 millones de euros presupuestados inicialmente a los 2,5 que ha costado finalmente y que ha requerido aportaciones complementarias de la Junta de Andalucía y de la Diputación de Cádiz, además de los propios del consistorio. De ahí que el Ayuntamiento haya tenido que solicitar sucesivas prórrogas para la apertura del Centro, aunque Rocío Arrabal, portavoz del Grupo Municipal Socialista, llegara a temer que fuera a perderse el dinero de Europa con tanta dilación.
La polarización política local ha llevado, en los últimos dias, a que los socialistas amagaran con no acudir a la inauguración del Centro, al hacerla coincidir con un pleno en donde se debatían las presuntas irregularidades detectadas en una auditoría externa de las empresas municipales, mientras que el PP, a través de la teniente de alcalde delegada de Hacienda, María Solanes, apelara incluso al “espíritu navideño” para que se unieran al “orgullo de ser de Algeciras, orgullo de ser de la ciudad que vio nacer al gran genio de la guitarra Paco de Lucía”. Todo ello, después de decir a su oposición que “por mucho que quieran envenenar la gestión municipal, los envenenados terminan siendo ellos”.
En cualquier caso, aunque sin limar del todo las asperezas, Paco de Lucía finalmente logró reunirles ayer bajo el mismo techo, para recorrer, de la mano de la empresa Reina de Corazones que ha realizado la musealización del Centro, el itinerario creado para conocer la vida y la obra del músico de Algeciras a través de seis espacios: “El hijo de la portuguesa” –en memoria de Luzía Gomes, la madre del artista, con un apartado dedicado al Plan de Antonio, por Antonio Sánchez, su padre, y el “master plan” sobre el que teorizara Donn Pohren--; “El dueño de la guitarra”, “El genio del flamenco”, “Algeciras es música”, ‘Guitarrista del mundo’ y ‘Paco en imágenes’.
A través de las salas, el visitante encuentra lo que dicha empresa denomina como “experiencias sensoriales de luz y de color”, cascadas que rememoran su más célebre rumba, “Entre dos aguas”, un pequeño auditorio, tablaturas electrónicas para ensayar los sonidos del toque, documentales, instantáneas familiares, certificados, visados, el diploma acreditativo de su condición de hijo predilecto de la provincia de Cádiz, videos en bucle –entre ellos, algunos de los fondos de la RTVA cedidos mediante convenio para el Centro-- pantallas digitales para adentrarse en las relaciones de Paco con otros artistas –como Alejandro Sanz, quien también tendrá su propio Centro de Interpretación en Alcalá de los Gazules--, una fotografía con Camarón de la Isla –su compañero de aventuras flamencas--, otra con el primer Sexteto, o la que su viuda Gabriela Canseco impresionara para la serie del álbum póstumo “Canción Andaluza”. Ha sido fundamental la aportación de la Fundación Paco de Lucía, que ella preside.
“Ahora saldamos la deuda que teníamos con Paco por haber hecho de Algeciras la cuna del guitarrista más grande de nuestro país. Es un espacio preservar y difundir su legado y un espacio de encuentro ligado al alma de Paco. Nuestro agradecimiento especialmente a la viuda de Paco y sus hijos. Este centro es un tributo a su visión de la música como lenguaje universal. Y así se lo hizo saber al mundo”, reconoció el alcalde, José Ignacio Landaluce.
Tampoco faltan fetiches de distinto porte como un batín japonés tipo yukata que solía vestir en las tardes veraniegas y que durante una época solía sisar de los hoteles nipones. En diálogo, eso sí, con el traje que luciera en la entrega del Premio Príncipe de Asturias o el que llevaba puesto –birrete incluido-- al ser nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Cádiz, en un acto que tuvo lugar también en Algeciras, en vida del artista.
Por paredes y vitrinas, discurren discos de oros, lienzos de distinta hechura donados expresamente para el Centro, el premio especial del concurso de Jerez de 1962, una miniatura de la escultura realizada por el escultor Nacho Falgueras que puede contemplarse a la entrada del puerto algecireño, e incluso una silla de enea que se supone que es la que utilizaba el artista, aunque ninguna prueba de Carbono 14 pueda acreditarlo. También, su gorra de “Algeciras Mare”, que llevaba puesta en sus giras internacionales y que hoy se vende como souvenir local, un libro para leer al atardecer, como el músico solía hacer en un abanico lector que fue desde Ortega a Galdós, pasando por su amigo Félix Grande, por Arturo Pérez Reverte, Haruki Murakami o Henning Mankel.
Puede verse un cajón, firmado por Piraña y otros percusionistas, aunque el primero en incorporarse al sexteto de Paco y al flamenco en general, lo adquirió Rubem Dantas, que esta noche tiene previsto actuar en el Teatro Florida, con otros músicos como Niño Josele, Joaquín Grilo, Duquende, Chonchi Heredia, Juan Carlos Gómez, José Heredia o Julián Heredia, en una versión reducida del espectáculo que todos ellos y algunos más ofrecieron en el Festival de Torrelodones. Ni un solo artista de Algeciras, por cierto, en la ciudad que reivindica la escuela de guitarra que habría creado Antonio Sánchez, el padre de Paco de Lucía.
También, naturalmente, figuran guitarras. En este caso, cuatro: la de Sobrinos de Esteso de 1.976, la de José Ramírez del 77, la guitarra ecuatoriana que Hugo Chiliquinga regaló a Paco en 2010 y la del luthier Vicente Carrillo con la que Paco grabó ‘Cositas Buenas’.
“Independientemente del escenario en el que actuara, Nueva York, París o Tokio, Paco de Lucía siempre llevaba a Algeciras consigo”, insistió la consejera de Cultura en el transcurso del acto inaugural, en el que también estuvo Maria Moncada, sobrina nieta del artista. Junto a ellas, las hermanas Lucía y Casilda, los dos nietos menores de Paco, sus sobrinos Ramón Sánchez y Maite Bandera, o su viuda, Gabriela Canseco, con un perro minúsculo en brazos durante buena parte del recorrido inaugural. No muy lejos, el cantaor Pepe de Lucía, único superviviente de la saga, precisaba datos o rememoraba anécdotas.
Entre los escasos artistas presentes –los bailaores David Morales y David Lozano, el guitarrista Salvador Andres, cuyo toque fue el primero en oírse en el Centro--, el cantaor local Paco Herrera repartía sus tradicionales y castizos almanaques, basados en su propia fotografía. Perdido entre la multitud, Reyes Benítez, el hijo del mecenas que amparó desde niños a aquellos jóvenes artistas y que le compró la primera guitarra a Paco de Lucía, pero se enfadaba cuando el autor de “Yo sólo quiero caminar” lo evocaba en público. Así era el autor de “Ziryab”, más próximos a los suyos, que al poder en general.