Romper el círculo, película inspirada en la novela de Colleen Hoover, ha dado de qué hablar una vez más, debido a que Blake Lively, la actriz de la serie de televisión Gossip Girl, demandó a su co-protagonista Justin Baldoni por acoso sexual.
La denuncia de Blake Lively llega a unos cuantos meses del estreno y promoción de la cinta, en donde la empresaria no se presentó junto al actor; además sus declaraciones generaron polémica debido a la manera en la que abordó el tema de la violencia doméstica.
La modelo, quien además es esposa del actor Ryan Reynolds, presentó la denuncia ante el Departamento de Derechos Civiles de California en donde habló sobre todos los problemas en la grabación de Romper el círculo, de acuerdo con Variety.
El portal especializado en cine, el cual tuvo acceso a la demanda, explica que en enero de 2024 se llevó a cabo una reunión en donde Blake Lively compartió sus problemas con Justin Baldoni.
La famosa, quien apareció en Deadpool y Wolverine como Lady Deadpool, aseguró que él, Jamey Heath, uno de los productores de la película y el director ejecutivo de Wayfarer Studios, habían creado un “ambiente de trabajo hostil”, explica TMZ.
Entre las quejas que supuestamente Blake compartió en aquella ocasión se encuentran:
“Las preocupaciones que (Lively) planteó no eran solo por ella misma, sino por el resto del elenco y el equipo femenino”, explica la demanda obtenida por Variety.
Además de ello, la actriz solicitó que no se añadieran más escenas sexuales en la película, lo que supuestamente aprobó Sony Picture.
La demanda de Blake Lively contra Justin Baldoni también señala al actor de, presuntamente, describirle “sus relaciones sexuales pasadas” y hablarle sobre su “adicción previa a la pornografía”.
El documento explica que la demanda se interpuso debido a que la actriz considera que Baldoni tomó represalias en su contra luego de denunciar sus conductas en el set, debido a que supuestamente contribuyó a difundir una mala imagen de Blake.
“El Sr. Baldoni y sus asociados de Wayfarer se embarcaron en un sofisticado plan de prensa y digital en represalia por el ejercicio de la Sra. Lively de su derecho, legalmente protegido, de hablar sobre su mala conducta en el set, con el objetivo adicional de intimidarla”, señala.
También aseguran que el actor habría utilizado un “ejército digital” para crear, difundir y promover contenido que parecía auténtico en redes sociales, de acuerdo con la demanda obtenida por Variety.
Además del acoso sexual, Blake Lively demandó a Justin Baldoni por crear una campaña de desprestigio en su contra, de lo que presuntamente tendrían pruebas, ya que el portal especializado en cine explica que la demanda incluye los mensajes de texto y correos electrónicos en donde se planea una estrategia.
Luego de que se dio a conocer la demanda de Blake Lively, Bryan Freedman compartió un comunicado con diferentes medios de comunicación en donde negó todas las acusaciones hechas por la actriz.
“Es vergonzoso que la Sra. Lively y sus representantes hicieran acusaciones tan serias”, indica y asegura que este podría ser un intento de la protagonista de Linterna Verde para supuestamente limpiar su imagen.
“(Es) otro intento desesperado de ‘arreglar’ su reputación negativa, que se generó a partir de sus propios comentarios y acciones durante la campaña para la película (...) que fueron observadas públicamente, en tiempo real y sin editar”, indicó.
Además explicó que se contrató a un equipo de marketing especial y comenzaron a planear estrategias para actuar en caso de que Blake cumpliera sus amenazas, ya que presuntamente ella advertía con no acudir al set ni a la promoción de la cinta constantemente.
“Los representantes de Wayfarer Studios no (...) tomaron represalias, y solo respondieron a las consultas de los medios entrantes para garantizar una cobertura”, señaló el abogado de Justin Baldoni, quien negó las acusaciones de Blake.
A pesar de ello, la actriz compartió un breve comunicado con el diario The New York Times: “Espero que mi acción legal ayude a levantar el telón sobre estas siniestras tácticas de represalia para dañar a las personas que denuncian mala conducta”.
