Para ser feliz es necesario sentir ilusiones y sueños por los que trabajamos cada día. Y también, en parte, es necesario ser exigente para conseguirlo, ya que todos los grandes objetivos cuestan esfuerzo. Pero la exigencia no siempre nos ayuda. Al igual que hay un estrés bueno que nos ayuda a trabajar mejor, y un estrés malo que reduce nuestra eficiencia sobre las tareas, también existe un modo de ser exigente con nosotros mismos saludable y otro que no. Te propongo que trabajes la autoexigencia saludable, aquella que te ayuda a superar las dificultades y no rendirte, a través de estas tres meditaciones guiadas en audio que te ayudarán a diferenciar esa exigencia desmedida que te estanca y que te...
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