Los años 20 en México sabían a la pancita de ‘Los agachados’ en callejones de la Ciudad de México, a los primeros sandwiches y helados del Sanborns de los Azulejos, a las carnitas de El Taquito que visitaba Diego Rivera, a los primeros refrescos de cola o al Sidral de Arturo Mundet. Por esos días, una cerveza comenzó una silenciosa conquista de la Navidad.
En el invierno de 1924 comenzaron a pasear por las calles mexicanas unos “carros cerveceros” tirados por caballos, cargaban botellas estampadas con una flor Nochebuena, eran la “reserva de la casa” de Cervecería Moctezuma, una de las más antiguas del país.
La cerveza se fue saboreando de a poco en un México acostumbrado al pulque y al tepache, en especial con el avance de dos ‘tlatoanis cheleros’: en el norte se inauguró Cervecería Cuauhtémoc (1890) en Monterrey, Nuevo León, con su Carta Blanca y su invención de caguamas; mientras que en el sur, Moctezuma (1894), de Orizaba, Veracruz, fundada por los alemanes Haase, Mathey, von Althen y Burckhardt.
Moctezuma se fue ganando paladares con etiquetas como Siglo XX, llamada así para celebrar la llegada de los años 1900, la cual luego se conoció como Dos Equis. Para 1924 comenzaron la tradición de Noche Buena, una cerveza de temporada que a la fecha solo aparece en invierno y tiene la misma receta de hace un siglo, afirma en entrevista Alexa Helena López Gutiérrez, brand manager de la marca, “nos hemos tratado de mantener sumamente fieles”.
Noche Buena nació en 1924 y fue la primera cerveza estilo Bock de México, explica Alexa López; esta receta se atribuye al maestro alemán Otto Neumaier, de la cervecería de Orizaba: “Él inicia, esta producción por la pasión y la remembranza al estilo de cerveza Bock, que es muy típico de Alemania".
En un inicio, se hizo una producción muy pequeña y era conocida como la “reserva de la casa”, la idea era regalarla a familiares y amigos en la temporada decembrina como aguinaldo, “era como su sello que él obsequiaba de buena voluntad... No tenía como tal el nombre de Noche Buena, aunque estaba producida con esta intención de celebrar la Noche Buena porque era la temporada favorita de Otto”.
En 1938, comenzó a comercializarse oficialmente como Noche Buena, una cerveza invernal cuya distribución llegó al mercado nacional.
La cerveza Noche Buena se volvió parte de la familia Bohemia cuando en 1985 Cuauhtémoc se fusionó con Moctezuma e incorporó etiquetas como XX Laguer, Sol, Noche Buena, Superior y la planta de Orizaba. Para 2010, se integró a Heineken México.
Alexa López explica que durante cien años solo se ha vendido en esta época por dos razones: la primera es la tradición de la cerveza Bock típica alemana, la cual se acostumbra en la temporada invernal porque tiene un grado de alcohol más alto que otras (5.9%).
“Es una cerveza que caracterizaba por calentar el cuerpo en las festividades invernales”, detalla la especialista; además, algunos de sus ingredientes como el lúpulo antes eran característicos de la cosecha de esta época.
La segunda razón es porque, si bien en la actualidad se pueden encontrar cervezas de este estilo todo el año, se ha mantenido la estrategia de ser una cerveza de temporada.
Esta bebida sale al mercado en agosto, diciembre es el mes fuerte y termina de venderse en enero. Se elabora en la planta de Toluca, Estado de México y está disponible a nivel nacional, pero Alexa López destaca que el consumo se distribuye principalmente en el centro de México, sureste y en algunas del norte y occidente.
La brand manager de la marca da algunos consejos para beber una Noche Buena:
