En los últimos años, el Perú enfrenta un problema en relación a las elevados costos de la electricidad, lo cual lo posiciona como las más altas de Latinoamérica. Incluso superaría a Chile y Colombia, según un informe del 2023 del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin). Por ello, en la búsqueda de reducir este tendencia se aprobó en el Congreso de la República la modificación de la Ley 28832, que permite la incorporación de fuentes de energía renovable no convencionales: eólica y la solar.
El objetivo de esta reforma es reducir los costos de electricidad para aproximadamente 33 millones de peruanos y promover una transición energética sostenible en el país.
La antigua normativa exigía que los generadores ofrecieran conjuntamente energía y potencia, lo que limitaba la participación de fuentes renovables intermitentes, como la solar, que no pueden generar energía durante las 24 horas. Con la nueva ley, se permite la venta de energía en bloques horarios, facilitando la competencia entre diferentes tipos de generadores y favoreciendo la inclusión de energías limpias en el mercado eléctrico.
“Los bloques horarios se van moviendo de acuerdo al consumo de las personas con el tiempo, y todavía hay que ver cuánta energía se licitará el próximo año. Por eso, invocamos al Poder Ejecutivo a que pueda promulgar y reglamentar la ley lo antes posible”, manifiesta Brendan Oviedo, presidente de la Asociación Peruana de Energías Renovables (SPR).
La reforma de la Ley 28832 se traduce en una disminución de los precios de la electricidad para los consumidores peruanos. Al permitir la participación de energías renovables, se incrementa la competencia en el mercado de generación eléctrica, lo que conduce a tarifas más bajas y accesibles para la población.
Este nuevo ingreso de nuevas energías al mercado peruano, supondría “un antes y después del sistema eléctrico peruano” gracias a los cambios propuestos, originalmente, por el Ministerio de Energía y Minas (Minem), según expresó Oviedo.
Esta modificación legal contribuirá a la descentralización energética al permitir la instalación de proyectos eólicos y solares en diversas regiones del país, aprovechando el potencial natural que ofrecen distintas áreas geográficas. Esto diversifica la matriz energética, reduce la dependencia de fuentes centralizadas y garantiza un acceso más equitativo a la electricidad en zonas que tradicionalmente han sido desatendidas.
Además, la promoción de estas fuentes renovables fomenta un desarrollo más equilibrado al impulsar la infraestructura energética en regiones alejadas de los principales centros urbanos, fortaleciendo su conectividad eléctrica y su desarrollo socioeconómico. Este enfoque descentralizado no solo mejora la sostenibilidad del sistema energético, sino que también promueve una mayor inclusión en el acceso a servicios básicos para millones de peruanos.
