Esta semana se ha cumplido el trigésimo aniversario de un título sin el que no existiría Dark Souls, Elden Ring ni la propia FromSoftware, una obra de culto que tuvo una influencia tremenda.
El
16 de diciembre de 1994, apenas unas semanas después de que Sony lanzara su PlayStation, llegó a las tiendas japonesas
King's Field, un título extraño (aunque, con el paso a las 3D, ¿no lo eran todos?) de
un estudio desconocido. 30 años después,
FromSoftware es una de las desarrolladoras más reputadas de la actualidad, y aquel complejo
RPG de acción en primera persona ha influido al videojuego moderno de maneras imprevisibles en su estreno: sin él no existiría
Dark Souls, ni
Elden Ring, ni probablemente las estéticas tridimensionales
feístas que en los últimos años han surgido en el panorama independiente.
De crear software a la industria del videojuegoDurante los 80 y principios de los 90, en Japón estaban como locos con
Wizardry, un videojuego de rol para los ordenadores del momento que fue la semilla de
Dragon Quest, de
Final Fantasy, y sí, también de
King's Field. FromSoftware se
dedicaba a crear soluciones de software para terceras empresas, pero se plantearon crear juegos en los huecos entre los encargos de su negocio principal.
Por supuesto, no se esperaban el éxito en Japón de
King's Field.
Desarrollado en apenas seis meses, se pasó del PC (lo que trataban de hacer en aquel momento, con gráficos CGI tridimensionales, no lo movía ningún ordenador comercial de la época) a la flamante PlayStation. El triunfo fue tal que
Naotoshi Zin reconvirtió FromSoftware en una empresa centrada en los videojuegos.
La semilla de Demon's Souls¿Pero qué era
King's Field? En varias reseñas del momento,
King's Field fue
definido como una mezcla de RPG con DOOM (por entonces, los juegos en primera persona
eran DOOM). Los jugadores exploran un i
ntrincado laberinto repleto de monstruos a los que
combatir en tiempo real con armas y diferentes magias que, con su uso, van vaciando un
indicador de resistencia cuya gestión correcta era fundamental para triunfar. ¿Os suena a
algo?
El primer
King's Field no aterrizó en España. Tampoco en Europa ni Norteamérica. Fue
King's Field II, en 1995, el que llegó a las PSX occidentales, aunque omitiendo el número del título. La saga, cuyas dos primeras secuelas conservan la premisa original adaptándola a nuevos escenarios y peligros,
sentó las bases de la FromSoftware preSouls, influenciando especialmente la creación de
Shadow Tower.
Tras los tres primeros títulos de PlayStation, se publicó
King's Fueld 4 (denominado
King's Field: The Ancient City en Norteamérica) para PS2 en 2001 (dos años después en Europa). Los
títulos de PSP King's Field: Additional I y su secuela nunca salieron del país del sol naciente, lo mismo que ocurrió con la versión de Windows (que permitía a los jugadores crear sus propios mundos) y los dos juegos para móviles.
La
influencia de estos juegos en los Souls va mucho más allá de la mencionada barra de resistencia: está en el tono, en la estética (la fantasía medieval oscura europea pasada por el filtro japonés) y en la dificultad:
el primer título de FromSoftware ya era áspero e incomprensible en las primeras partidas, tanto en los combates como en los puzles y en la navegación. Como con
Demon's Souls, el boca a oreja y las alabanzas puntuales en algunas revistas provocaron su éxito.
Hidetaka Miyazaki, actual presidente del estudio japonés y creador de los
Souls, trazó una línea divisoria entre
King's Field y sus títulos en una entrevista concedida a
Glixel (D.E.P.) en 2016: "Creo que
King's Field y
Dark Souls son dos entidades separadas. De primeras, sí, la perspectiva es diferente, pero también están guiados por conceptos principales de diseño de juego diferentes". Sin embargo, las partidas al título que cumple 30 años le han dejado poso:
"A un nivel personal, el primer King's Field era uno de mis juegos favoritos cuando yo simplemente era un jugador".
El legado: uno de los estudios más intachables de la actualidadAunque no es imposible señalar parecidos entre
King's Field y otros juegos de FromSoftware (llámese
Armored Core,
Shadow Tower u
Otogi), es en el título que cambió el rumbo del estudio donde más se ve esa influencia.
Demon's Souls era un
RPG de acción áspero, laberíntico, difícil, que estaba triunfando en Japón y que parte de la comunidad lo recibió con los brazos abiertos en su desembarco en España un año después, en 2010.
Es una obra que
habría quedado, probablemente, como clásico de culto si no llega a ser por el multiplataforma
Dark Souls editado por Bandai Namco. A partir de ahí, la historia es de sobra conocida. La saga
Dark Souls ha vendido más de
39 millones de copias en todo el mundo y ha influenciado totalmente el diseño de videojuegos de acción y de RPG de acción.
Bloodborne está en la lista de los mejores juegos de la historia de mucha gente. No es difícil argumentar que
Sekiro: Shadows Die Twice tiene el mejor sistema de combate de un videojuego de acción jamás hecho.
Elden Ring puso la cultura
mainstream del videojuego patas arriba (ha vendido casi
29 millones de copias), y su influencia se está empezando a notar tanto como la de
Dark Souls hace una década. Nos morimos de ganas por conocer qué es lo siguiente del estudio, además de ese
roguelike cooperativo que será
Elden Ring: Nightreign.
Sin King's Field, sin FromSoftware, el videojuego moderno no sería como es, ya mires a las
superproducciones de RPG de acción, a los juegos de rol de tamaño medio o a esa boyante escena independiente que comienza a recoger la estética de la primera PlayStation, precisamente de esos
videojuegos poligonales "feístas" que siguieron los pasos del título que nos ocupa.