Las Fuerzas de Seguridad del Estado van a reforzar más aún, si cabe, la vigilancia en los mercadillos navideños españoles y todos aquellos lugares de especial concurrencia de ciudadanos vinculados a estas fiestas, sobre todo tras el atropello múltiple acaecido ayer en Alemania. Este tipo de hechos producen algunas veces un fenómeno de imitación entre quienes, fundamentalmente por motivaciones terroristas, ya los tienes previstos entre sus planes criminales.
Entre esas medidas, están previstas desde hace años todas aquellas a impedir el acceso de vehículos no autorizados a estos lugares y la colocación de barreras y obstáculos para frenar al que lo pueda intentar.
La Secretaria de Estado de Seguridad, tal y como adelantó LA RAZÓN, envió unas instrucciones a las distintas unidades de las Fuerzas de Seguridad, Los acontecimientos religiosos, de ocio, deportivos o cualesquiera otros con gran afluencia de personas.
Entre las medidas dictadas por Interior, figuraban las relativas a la especial vigilancia de "las zonas, plazas, paseos y grandes vías comerciales, dada la importante afluencia de ciudadanos que en estas fechas pueden producirse en las mismas" Y "los edificios, centros o instalaciones emblemáticas con gran presencia de visitantes, o que puedan ser identificados como de especial interés por los elementos terroristas para sus acciones. En general, todos aquellos lugares o edificios en los que se prevea la existencia de especiales concentraciones de ciudadanos y que, por ello, puedan ser considerados como potenciales objetivos de sus acciones por elementos terroristas".
Las fiestas navideñas, por su especial significado para la cristiandad, son objetivos preferentes de los grupos yihadista que, como señalaba un panfleto del Estado Islámico "están en guerra con las naciones de la incredulidad"; es decir todas aquellas que no son musulmanas.