Las ardillas de California han cambiado su dieta herbívora por la caza de ratones, un comportamiento que no se había visto hasta ahora en esta especie, o al menos no se había estudiado. Una investigación publicada por la revista científica Journal of Ethology ha documentado por primera vez un cambio radical en los hábitos alimenticios de las ardillas terrestres de California, que han comenzado a cazar, matar y consumir ratones de campo en respuesta a un aumento en la población de estos pequeños roedores en el norte del estado.
Jennifer Smith, autora principal del estudio y profesora adjunta de biología en la Universidad de Wisconsin-Eau Claire, declaró que este descubrimiento “cambia radicalmente nuestra percepción de las ardillas”. Según Smith, estas adaptaciones reflejan la capacidad de los animales para responder rápidamente a los cambios ambientales, como la sobreabundancia de recursos alimenticios específicos.
El estudio demuestra por primera vez "la novedosa aparición de la caza generalizada de topillos de California y el comportamiento alimenticio carnívoro por parte de las ardillas terrestres de California", explican los autores en su investigación, que ha durado 12 años. En concreto, se han certificado "74 eventos en los que ardillas terrestres juveniles y adultas de ambos sexos depredaron, consumieron y/o compitieron por presas de topillos".
Los resultados del estudio destacan la plasticidad alimentaria de las ardillas terrestres, un fenómeno en el que un animal aprovecha nuevos recursos disponibles para satisfacer sus necesidades. John Koprowski, decano de la Escuela Haub de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad de Wyoming, explicó que esta adaptabilidad es común entre los animales y puede ser clave para su supervivencia en entornos cambiantes.
“El consumo de ratones de campo probablemente ofrezca a las ardillas una fuente de proteína más rápida y accesible que las semillas”, dijo Koprowski. Además, los ratones de campo, considerados plagas debido a sus explosiones poblacionales, podrían mantenerse bajo control gracias a estos nuevos depredadores.
El estudio observó que las interacciones entre las ardillas y los ratones no se limitaban a la depredación. En algunos casos, se registraron comportamientos sociales como el juego, la búsqueda de comida conjunta y saludos. Sin embargo, la competencia también estuvo presente, con persecuciones, empujones y mordiscos.
Smith destacó la importancia de comprender cómo las especies se adaptan a los cambios inducidos por el hombre, como el cambio climático y la sequía. “Estos animales nos muestran la increíble resiliencia de algunas especies y nos proporcionan información valiosa para la conservación”, afirmó.
Según National Geographic, este tipo de comportamiento carnívoro ocasional no es único de las ardillas de California. En otras partes del mundo, se ha documentado a mamíferos herbívoros como venados consumiendo pequeños animales o huevos en circunstancias específicas. Esto sugiere que la adaptación dietética puede ser más común de lo que se creía previamente.