El Gobierno acaba de presentar un anteproyecto de ley contra bulos que concreta alguna de las ideas recogidas en su plan de regeneración y calidad democrática. La principal novedad es que extiende el derecho de rectificación al ámbito digital, sentando la obligación de someterse al mismo a todos los usuarios de las redes con más de 100.000 seguidores. «Tenemos derecho a defendernos de los buleros profesionales», ha dicho textualmente el ministro Bolaños y, cuando lo he leído, no he podido evitar pensar que se estaba refiriendo al derecho del Gobierno, y de quienes lo componen, a defenderse de las noticias falsas, no al ciudadano, que por otro lado ya dispone de mecanismos legales para defenderse frente a este tipo de...
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