Un investigador británico ha declarado ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Pyongyang podría tener la capacidad de producir y suministrar misiles balísticos a Rusia en cuestión de meses. Un hallazgo que se suma al hecho de que se hayan encontrado pruebas 'irrefutables' de que Rusia ha hecho uso de estos misiles de fabricación norcoreana contra objetivos en Ucrania.
Detrás de estas afirmaciones se encuentra Jonah Leff, director de la organización 'Conflict Armament Research', con sede Reino Unido y centrada en documentar y rastrear las armas empleadas en conflictos, entre los que se encuentra la Guerra de Ucrania
Fue el pasado miércoles cuando Leff se dirigió ante el Consejo de Seguridad, para exponer las conclusiones de su investigación. Esta desvela que entre julio y agosto de este año, habrían recuperado los restos de cuatro misiles de Corea del Norte en Ucrania, y uno de ellos había sido producido en 2024. De esta forma, el investigador británico defendió que: "Esta es la primera evidencia pública de que se han producido misiles en Corea del Norte, y luego se han utilizado en Ucrania en cuestión de meses, no años"
Unos meses antes, en junio, Jonah Leff volvió a comparecer frente a los miembros del Consejo. En esta ocasión informó de que el 'Conflict Armament Research' habría establecido de forma irrefutable el hallazgo de restos balísticos en Ucrania de un misil fabricado en Corea del Norte, respaldando así la cada vez más estrecha colaboración entre Putin y Kim Jong Un.
El dictador norcoreano se ha alzado como uno de sus mayores apoyos en la Guerra de Ucrania. A principios de mes, entró en vigor el tratado militar estratégico firmado por ambas potencias en junio, en el que, entre otras medidas, se incluía una cláusula de asistencia militar inmediata en caso de agresión por parte de terceros países.
Aunque su entrada en vigor haya sido muy reciente, lo cierto es que tanto Rusia como Corea del Norte llevan intercambiado favores mucho tiempo. Uno de los gestos más criticados por la comunidad internacional fue el envío de cerca de 11.000 soldados norcoreanos para combatir junto a las filas rusas en Ucrania. Pero no ha sido el único. En estos meses también ha trascendido el envío por parte de Moscú de alimentos, combustible, e incluso tecnología satelital a Corea del Norte, nación que se encuentra muy aislada en parte como consecuencia de las sanciones internacionales que le han sido impuestas.