«El mayor está mejor pero el pequeño poco a poco. Ya puede dar algunos pasos pero ha estado bastante mal y muy asustado». Son las palabras de María Berbis, que ha entrado en directo en ' Y Ahora Sonsoles ' (Antena 3) para compartir la situación vivida en Toledo, donde viven. Fue allí que hace unos días sus hijos, dos niños de 10 y 14 años, se vieron sorprendidos por dos perros que estaban sueltos, sin agarre ni bozal, pese a ser ambos de raza potencialmente peligrosa. Estos se fueron hacia ellos y atacaron al chico. La situación fue realmente complicada. «Uno se enganchó al brazo y otro a una pierna. Tuvo que ser mi hijo mayor, el hermano, el que se metió por medio. Consiguió soltar a uno y ya el niño se soltó del otro», ha dicho la madre en directo. Se mostraba especialmente emocionada y con un nudo en el pecho tras el mal rato vivido. Lo peor, según ella, es que la propietaria de los animales «no solo no socorrió ni ayudó a los niños, sino que se fue, salió huyendo, y ni siquiera llamó al teléfono de emergencias 112 para pedir ayuda. Eso lo hizo una persona que pasaba por allí, menos mal». El caso ha sido muy comentado en plató, donde Antonio Naranjo ha querido referir que el problema no son los canes sino «los dueños. No existen perros peligrosos sino dueños peligros». La escritora y periodista Valeria, que también estaba en plató, le ha dado la réplica a este, poniendo ella el acento en que, de cualquier manera, son animales que han de ir con correa y llevar bozal, sea quien sea el que los acompañe. La propietaria de estos dos perros se personó posteriormente en las urgencias del hospital donde estaba María Berbis. Ella no la vio porque estaba con sus hijos pero su familia sí. «No se disculpó ni nada. Solo se dedicó a decir una y otra vez que tenía los papeles en regla y que no pasaba nada», ha dicho a Sonsoles Ónega . La madre de los menores que han sufrido este ataque de los animales ha aportado el parte de lesiones, donde se aprecian los daños observados en el menor de 10 años. Desgarros en brazo y piernas y a eso añadir el estrés que sufrió y el miedo tras el ataque. «Espero que este tema se trate como merece», ha terminado diciendo Sonsoles Ónega.