Encerrada en una habitación bajo llave . Así llevaba una mujer varios días hasta que el pasado 18 de diciembre la Policía Nacional de Salamanca lograba sacarla de su cautiverio, con e vidente falta de higiene tanto en su persona como en la estancia en la que estaba sin poder salir. Era ella misma la que, por la ventana del cuarto, lograba pedir auxilio. Se lo comunicaba a un ciudadano que rápidamente avisaba a los agentes de la alerta de la mujer que, según le había dicho, estaba encerrada desde hacía varios días en una habitación sin poder salir, aunque su cautiverio venía de más atrás. Aunque fue aproximadamente en las últimas tres semanas cuando se agudizó, pues desde entonces quienes presuntamente la tenían retenida no le permitían ni salir de la casa y ni siquiera de la habitación . Así se lo narró a los policías, una vez que tras dirigirse al domicilio señalado lograban también por la ventana hablar con la mujer, de 59 años de edad. Y les manifiesta lo que había trasladado al vecino: que estaba encerrada y se mostraba «angustiada» y con necesidad de comer. Fue necesaria la intervención de los Bomberos para para romper tanto la puerta de la vivienda, un piso ocupado en la calle Vázquez Díaz de Salamanca capital, como la cerradura en la que estaba encerrada bajo llave. Y al abrir la puerta, la dantesca imagen: una mujer con falta de higiene y una estancia también sucia. Allí había tenido que hacer toda su vida en los últimos días, pues no le permitían salir ni para comer y le suministraban el alimento una vez al día , una labor de la que se encargaba un conocido de la pareja que supuestamente la tenía retenida contra su voluntad. Tenía incluso que hacer sus necesidades en un cubo dentro de la habitación. Llevaba, según daba a conocer a la Policía, cinco meses retenida contra su voluntad por parte de una pareja que al principio de su cautiverio sí le dejaba salir a la calle, aunque, eso sí, siempre acompañada por alguno de ellos, hasta que hace aproximadamente veinte días el encierro fue total en la habitación de la que logró ser rescatada. Además, la pareja se quedaba con el dinero de la pensión que cobraba, 700 euros al mes. Los dos, así como el colaborador, fueron detenidos como autores de un delito de detención ilegal y están en prisión provisional tras prestar declaración ante el juez. La mujer liberada, tras una primera atención sanitaria en la propia vivienda, fue trasladada al complejo hospitalario de Salamanca para una «intervención más exhaustiva», según han dado a conocer desde la Subdelegación del Gobierno en esta provincia.
