Al tradicional acto de alumbrado de Navidad en Sevilla le ha salido un competidor. Al menos en la expectación que genera el evento con el que se da comienzo oficial a las fiestas. El estreno de Navigalia , el espectáculo visual sobre el río Guadalquivir creado por Acciona, se ha convertido en un ritual que empieza el mismo día que salen a la venta las entradas. El de la avalancha de usuarios y los problemas técnicos de la web. Para evitar ambas contrariedades, el Ayuntamiento ha previsto este año el cobro simbólico de la entrada, 1 euro, y que todos los espectadores ocupen un asiento en las gradas habilitadas. Hasta 12.000 personas por día, repartidas en seis pases por jornada, podrán disfrutar hasta el 4 de enero de 2025 de este mapping de impactantes efectos de luz y agua y que, aunque pretende gustar a públicos de todas las edades, tiene en los más pequeños a sus principales destinatarios. Al fin y al cabo, ¿no son los niños los verdaderos embajadores de la inocencia y la ilusión? De recuperar el espíritu y ritos de estas fiestas, de volver a esa esencia de los párvulos y el verdadero sentimiento de fraternidad que rodea la celebración del nacimiento de Jesús, trata 'Al rescate de la Navidad', la segunda entrega de Navigalia en el Muelle de la Sal. La historia tiene como protagonistas a un personaje histórico, Fernandus, en un guiño a Fernando III, el Rey Santo, y a Curro, no el de la Expo 92 como en la edición 2023 de este espectáculo, sino un adolescente del siglo XXI con una imaginación sin límite y un sueño: crear el mejor videojuego del mundo. La narración de su proyecto se refleja sobre la lámina del río con una mejorada tecnología que deja perplejo al auditorio del primer pase, que se ha librado del frío de la noche (hay pases a las 18.45; 19.30; 20.15; 21; 21.45 y a las 22.15 horas). La trama lo que pretende es hacer titilar el corazón del espectador. Porque el jugo de Curro es impactante, pero versa de robots, naves al estilo Star Wars e incluso un superhéroe que en realidad es un samurái, pero tiene poco que ver con estas fechas. Pese a tanta «épica» Fernandus se da cuenta de que Curro, como casi toda la sociedad, ha perdido la capacidad de sentirse orgulloso de su Sevilla, de sus principios que la hacen única, y que vive en un aislamiento sostenido en pantallas y reels. «¿A dónde ha ido a parar el espíritu de la Navidad?» Le pregunta. «No sé, yo estoy muy quemado», responde Curro. Navigalia simula el fuego y los espectadores más pequeños le preguntan a sus padres: «¿Es de verdad?». El joven protagonista comprueba de que no hay ningún villano que haya robado ese espíritu, sino que ha sido fruto del ensimismamiento. Para compensarlo, Fernandus le da el poder de restablecerlo y es entonces cuando por fin la sucesión de imágenes proyectadas hacia la zapata de la calle Betis contienen elementos propios de nuestra tradición: coros de niños, árboles de Navidad, bolas de cristal y unos colosales reyes magos con el que se pone fin a esta historia que no llega al cuarto de hora. ¿Será Navigalia una próxima seña de identidad de la Navidad en Sevilla? El montaje, titulado 'Al rescate de la Navidad', podrá verse todos los días de ese periodo excepto el 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero. Este año, además, Navigalia no será gratuito, sino que costará un 1 euro por persona. Las localidades pueden adquirirse a través de la página web del Icas (https://icas.sevilla.org/) y en la taquilla del Lope Vega sin límite de compra.