El gobierno de Malasia reanudará la búsqueda del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, el cual desapareció en marzo de 2014 sin dejar rastro con 239 personas a bordo. Así lo han confirmado desde el ministerio de Transporte de Malasia, que aseguran estar negociando un acuerdo con la empresa estadounidense que llevará a cabo estas labores.
"Sin localización no hay pago", este será uno de los preceptos en los que se basará el acuerdo, según el ministro de Transporte, Anthony Loke, quien en una rueda de prensa ha desvelado que la nueva búsqueda se centrará en un área de unos 15.000 kilómetros cuadrados, al oeste de Australia.
Esta estará liderada por la empresa estadounidense Ocean Infinty, la cual contaría con nueva información "creíble" sobre la posible localización de la aeronave. No es la primera vez la compañía de exploración lleva a cabo una búsqueda de estas características. Como recuerda la agencia de noticias EFE, ya trató de localizar los restos del avión entre enero y junio de 2018 sin éxito.
Es por esto que desde Malasia han querido incidir en que "el Gobierno malasio no tendrá que pagar a Ocean Intinity ningún honorario si no se encuentran los restos del avión". Honorarios que de cerrarse el acuerdo, como está previsto a principios de 2025, podrían alcanzar los 70 millones de dólares.
Anthony Loke también quiso destacar que con este nuevo intento de rastreo, las autoridades malasias buscan ayudar a las familias de los pasajeros y tripulación desaparecidos a poner punto y final al accidente que ha pasado a ser considerado como uno de los grandes misterios de la aviación.
Fue el 8 de marzo de 2014 cuando el vuelo MH370 de la aerolínea Malaysia Airlines despegó de Kuala Lumpur con destino Pekín. A bordo viajaban un total de 239 personas procedentes de China, Malasia, Indonesia, Australia, India, Francia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Ucrania, Canadá, Rusia, Holanda, Taiwán e Irán.
Unos 40 minutos después del despegue, al adentrarse en el espacio aéreo de Vietnam, por motivos desconocidos, el Boeing 777 desvió su ruta hacia el Sur de Mar Índico, desapareciendo posteriormente. Tras el accidente, Malasia, China y Australia iniciaron una búsqueda conjunta que abarcó cerca de 120.000 kilómetros cuadrados en el Índico. Esta fue concluida en 2017 al no hallar restos de la aeronave.