Mucho se habla de las expectativas de que un gobierno de Donald Trump en EE.UU. pueda apoyar a Javier Milei incondicionalmente en el logro de los objetivos de la LLA. A primera vista ello es factible desde el punto de vista de un alineamiento político de Argentina con EE.UU. respecto a Israel y el rechazo del comunismo y el socialismo.
Pero dicho apoyo comienza a desdibujarse al analizar las posibles políticas comerciales para Argentina y Latín América bajo una Administración Trump.
En este articulo analizare los diferentes escenarios en las relaciones comerciales para Argentina bajo la misma.
La filosofía central del gobierno de Libertad Avanza de Javier Milei se basa en la creencia de que los ciudadanos son los más indicados para regular sus relaciones, ya sea entre sí, con la comunidad o con el Estado. Esta filosofía se extiende a los ámbitos cultural, social y educativo. Se trata de una relación contractual.
Para Milei, el Estado debe hacerse a un lado, permitiendo a los ciudadanos en un mercado abierto interactuar libremente sin limitaciones, determinando lo que es mejor para ellos mismos.
Para Milei si las partes acuerdan libremente un resultado nada puede ir mal. Ha dicho que los monopolios son buenos para la economía y para los individuos que forman parte de ella. Para Milei en una sociedad contractual el individuo busca maximizar sus propios intereses en una negociación con otros donde gana el mejor o el más listo.
Esto es similar a la idea que Trump tiene sobre las negociaciones en las que ser un ganador es lo principal frente al enfoque de negociación blanda de Harvard según el cual las partes deben buscar una situación en la que todos ganen (a "win - win" situation).
Milei desarrolló su actual filosofía política cuando descubrió la economía austriaca.
El descubrimiento se produjo en torno a 2014, cuando leyó según dicen, un artículo de Murray Newton Rothbard titulado Monopolio y competencia y más tarde a Mises, Hayek, Hoppe y Jesús Huerta de Soto, u otros como Juan Ramón Rallo, Philipp Bagus y Walter Block.
¿Y qué es exactamente la economía austriaca? Es difícil resumirlo, pero en esencia la visión austriaca de la economía tiende a considerar que toda intervención gubernamental en el libre mercado causa problemas en lugar de resolverlos. Solo las partes en una negociación libre de influencias puede llegar a un resultado justo o equitativo.
Milei cree que el plan de Argentina para alcanzar la prosperidad económica pasa por la libertad cultural y económica y el capitalismo.
Su plan general persigue crear un sistema de retroalimentación positiva que se convierta paso a paso en un círculo virtuoso. Es decir, estableciendo paso a paso, cada vez un poco más de libertad económica, la economía argentina puede recuperarse y crecer.
Esto dará más popularidad a Milei y a sus ideas, lo que acabará traduciéndose en mejores resultados electorales para el partido de la LLA.
Entonces, al tener más poder, podrán promulgar aún más reformas a favor de la libertad, lo que llevará a una mejor economía, que a su vez llevará a más apoyo, y a su vez más libertad, y así sucesivamente.
Y finalmente, Argentina podría convertirse en un faro para el mundo, un ejemplo de lo que un país puede lograr con el libre mercado.
Y entonces será innegable para todo el mundo que las ideas libertarias funcionan, y sólo será cuestión de tiempo que el resto del mundo siga el ejemplo.
Esta idea es la que han comprado la Conservative Political Action Conference (CPAC) y los gobiernos conservadores del mundo.
Milei piensa que una economía de libre mercado competitiva produce un resultado eficiente en el que se optimiza la asignación de recursos y las capacidades productivas. .
En pocas palabras, el mercado es un proceso de intercambio voluntario, en el que los individuos cooperan mediante la transferencia de derechos de propiedad, en el que se defiende la propiedad privada. Es el sistema que impulsa la asignación de recursos.
Esto implica también que los mercados deben ser libres. Libres de la intervención del Estado, porque cuando el Estado interviene, crea interferencias y una asignación injusta de derechos por parte de los reguladores estatales.
El mercado establecerá la división del trabajo y la cooperación social bajo el supuesto de que sólo se puede tener éxito sirviendo a los demás con bienes de mejor calidad a mejores precios. Si tienes éxito en un mercado libre eres un héroe, eres un benefactor social, eres una máquina de prosperidad. Por tanto, cuanto mejor lo hagas, mejor será para la sociedad.
En un mercado libre, los empresarios obtienen beneficios y se hacen famosos sirviendo a los demás. resolviendo problemas, desarrollando inventos, en resumen, creando valor y que se salga adelante por su cuenta y riesgo.
En esencia, en una sociedad basada en el contrato, el Estado, bajo cualquiera de sus formas y circunstancias políticas, no debe interferir.
Esta idea queda bien ilustrada por una anécdota que suele compartir el Ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. Cuenta un diálogo entre Marco Aurelio y Diógenes. Según la historia, Alejandro Magno, reconociendo la sabiduría de Diógenes, le preguntó: «Pídeme lo que quieras». Diógenes respondió: «no me tapes la luz del sol", ya que Alejandro parado frente Diógenes bloqueaba los rayos del sol. Para Sturzenegger, esto personificaba el papel del Estado: (ensombrece la iniciativa privada).
El plan de Milei y Federico Sturzenegger representa una de las reformas estructurales culturales y jurídicas más ambiciosas de la historia argentina reciente. Su estrategia busca eliminar la injerencia estatal en todos los aspectos de las actividades económicas, culturales y sociales: reducir el tamaño del Estado y abrir la economía a la competencia.
Tras un año de gobierno, la Administración Milei:
1. Logró avances significativos en materia de sostenibilidad fiscal reduciendo el gasto público, aplicando reformas normativas y equilibrando el presupuesto.
2. Se enfrentó a tensiones sociales, en particular debido a los recortes en el empleo público y las subvenciones con relativo éxito.
3. Ha recibido si, críticas sobre el ritmo de las reformas y la capacidad del sector privado para absorber los cambios.
El Plan Sturzenegger encarna la visión liberal de la administración Milei, que aspira a una transformación radical no solo de la economía sino también de las creencias culturales de Argentina.
Sin embargo, su éxito depende de una aplicación eficaz y de la capacidad de equilibrar los ajustes económicos con las necesidades sociales. ¿Ayudará una alianza estratégica con EEUU como estima Milei copiando las relaciones "carnales" de Menem?
Trump es un competidor ambicioso: Trump no es en realidad un defensor de la competencia. Su enfoque se caracteriza por una negociación agresiva en la que «
Estados Unidos y Argentina compiten históricamente en varios sectores donde solo puede haber un ganador, entre ellos:
1. Productos agrícolas
2. Ganadería
3. Petróleo y gas
4. Producción de acero
5. Fabricación de armas
Argentina no debe esperar concesiones en estos mercados cruciales para EE. UU.
Milei y su equipo central, incluido Sturzenegger, confían mucho en la posibilidad de que una administración Trump sea crucial para apoyar los objetivos económicos de Argentina.
Sin embargo, mantengo mis reservas por varias razones:
EE. UU. históricamente tanto bajo gobiernos demócratas o republicanos ha tenido políticas proteccionistas:
A lo largo de los años, las políticas estadounidenses han incluido a menudo derechos compensatorios, sanciones de la Sección 301 y otras medidas destinadas a proteger a los productores nacionales en los mercados mencionados. Con Trump, estas tendencias proteccionistas se intensificaron con:
1. Imposición de aranceles
2. Invocación de excepciones por motivos de seguridad nacional
3. Debilitamiento de las normas comerciales mundiales
La agresiva postura comercial de la administración Trump plantea serias dudas sobre su alineación con los objetivos de Milei. A pesar de la posible buena voluntad diplomática, hay pocos indicios que sugieran que las políticas estadounidenses comerciales bajo Trump cambiarían para adaptarse a las necesidades económicas de Argentina.
En la administración entrante Donald Trump ha elegido nuevamente al Jamieson Greer, un halcón quien ya ha colaborado con Trump, como representante comercial de Estados Unidos (USTR) mientras que su elección para Secretario de Comercio ha sido Howard Lutnick también un halcón en materia económica. Ambos han manifestado en sus reuniones con legisladores americanos que están desarrollando una alianza para abogar por un uso más agresivo de los aranceles, similar a la asociación entre el secretario de Comercio Wilbur Ross (Comercio) y Lighthizer (USTR) en el primer mandato de Trump.
Lutnick había discutido durante la campaña el uso de aranceles como una fuente clave de influencia en las negociaciones con otros países. Sin embargo, lo que los comentarios más recientes de Lutnick subrayan es que la administración entrante de Trump está considerando usar los aranceles también como un objetivo final en sí mismos. Algunos aranceles serán para fines de influencia, mientras que otros serán más permanentes, por lo que sus comentarios no son contradictorios, sino que hablan de la naturaleza que tendrán los aranceles en la administración Trump.
La discusión ya no es sobre si se deben implementar los aranceles sino más bien cómo se deben usar y su magnitud. Incluso el candidato de Trump a secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha apoyado públicamente el uso de aranceles.
Lo que esto significa para la política es que Trump usará los aranceles en una variedad de formas. Algunos se utilizarán para ejercer presión, y ejemplos de ellos son las amenazas de aranceles del 25 por ciento a Canadá y México y el arancel del 10 por ciento a China que Trump propuso desde que ganó la elección. Estos se combinarán con aranceles más permanentes, como un arancel a todas las importaciones y aranceles de hasta el 60 por ciento a todos los bienes provenientes de China.
Cómo y cuándo se anunciarán estos aranceles aún se está por especificar, pero todo indica que el gobierno de Trump tiene la intención de empezar a trabajar de inmediato. Por ello, no sería sorprendente que varias de estas iniciativas arancelarias se anunciaran en los primeros días de Trump en el cargo. La pregunta entonces será cuánto tiempo pasará hasta que entren en vigor.
El gobierno de Milei y Sturzenegger deberá calibrar si no es necesario actuar antes, hacer lobby y evitar sorpresas.