La fecha límite para evitar un cierre administrativo del Gobierno federal de los Estados Unidos es este sábado. Si los legisladores no llegan a un acuerdo para aprobar un presupuesto temporal de gastos, el Gobierno federal cerrará. La presión de los republicanos empuja a cerrar el Gobierno, después de un mensaje de Elon Musk en su cuenta de X : «Esta ley no debería aprobarse« . Los congresistas estadounidense están haciendo esfuerzos de último minuto para evitar que se concrete este viernes una parálisis presupuestaria, después de que Donald Trump y Elon Musk sabotearon un acuerdo bipartidario que habría mantenido el gobierno en funcionamiento más allá de Navidad. Este viernes, los republicanos de la Cámara de Representantes se disponen a proponer un tercer plan de financiación el viernes con la esperanza de evitar un cierre del gobierno a medianoche después de que los legisladores rechazaran un proyecto de ley de gasto y deuda respaldado por Trump ¿Qué supondría ese cierre? Desde 1981 ha habido 14 paralizaciones del Gobierno federal, pero estos cierres solo han durado uno o dos días. La última en producirse tuvo lugar entre diciembre de 2018 y enero de 2019, con un total de 35 días. Esta parálisis se produjo por una disputa entre el entonces presidente, Donald Trump, y el Congreso sobre la seguridad fronteriza. Las consecuencias la sufrirían sobre todo los trabajadores federales, que serían suspendidos de sueldo y además, muchos servicios podrían verse interrumpidos, desde la supervisión financiera hasta la recogida de basura en los parques nacionales. Los cierres que duran sólo unos días tienen pocas repercusiones prácticas, sobre todo si se producen durante un fin de semana, pero la economía en general podría resentirse si los empleados federales empezaran a perder sus nóminas al cabo de dos semanas. Por ejemplo, el cierre de 2018-2019 costó a la economía unos 3.000 millones de dólares, lo que equivale al 0,02 % del PIB, según la Oficina Presupuestaria del Congreso. «Un cierre del gobierno supondría un golpe devastador para los trabajadores federales y los millones de ciudadanos que dependen de los servicios esenciales del gobierno», dijo a la CNN Everett Kelley , presidente nacional de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, que representa a más de 800.000 empleados federales civiles. Otros trabajadores considerados esenciales permanecerían en sus puestos, aunque tampoco cobrarían. Se mantendrían servicios como el reparto de correo y la recaudación de impuestos. También puede afectar a los controladores aéreos, que aunque tienen que permanecer en sus puestos, en el cierre anterior muchos se acogieron a una baja por enfermedad, lo que interrumpió los vuelos.
