Tras la reforma que entró en vigor el pasado 1 de noviembre, donde se modificaban las condiciones de los subsidios de la Seguridad Social, los beneficiarios del subsidio para mayores de 52 años han pasado a tener más obligaciones a cumplir. Esta ayuda tiene como objetivo servir de soporte para los ciudadanos que tienen dificultades para encontrar trabajo, además de beneficiar a los ciudadanos en cuanto al tiempo de cotización, ya que permite seguir cotizando mientras se percibe. Estas nuevas medidas, incluidas en el Real Decreto-ley 2/2024, buscan reforzar el control sobre las ayudas asistenciales y asegurar que las personas beneficiarias que las reciben cumplen con los requisitos económicos establecidos.
Desde la nueva reforma de los subsidios, los ciudadanos que perciban esta ayuda deberán presentar dos documentos que acrediten que su situación sigue siendo la misma y, por tanto, no es necesario suprimir la ayuda desde el SEPE. Uno de estos documentos ya era requerido anteriormente, mientras que el otro es la novedad de estos cambios. Estos son la Declaración Anual de Rentas y la declaración de la renta del IRPF:
De esta manera, la Seguridad Social mantiene el control de las personas perceptoras de esta ayuda, con el objetivo de regular que ningún beneficiario esta cobrando el subsidio de manera injustificada.
Según aparece en la propia página del Ministerio de Trabajo, para acceder a esta ayuda es necesario:
Respecto a las cuantías a percibir, es importante tener en cuenta que la reforma de los subsidios aplicada el 1 de noviembre no afectará a esta ayuda. Se trata de la única prestación que no se ve afectada por la reforma, por lo que el dinero a recibir será de 480 euros durante el periodo concedido, es decir, el 80% del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples). Respecto a la duración, esta ayuda podrá ser recibida hasta que el ciudadano alcance la edad ordinaria establecida para poder solicitar la pensión contributiva de jubilación de la Seguridad Social.
Una de las condiciones más destacadas del subsidio para mayores de 52 años es que permite al ciudadano continuar cotizando para la Seguridad Social. Esto supone que la persona beneficiada podrá optar a solicitar la jubilación anticipada voluntaria.
Sin embargo, para poder acceder a este anticipo es necesario un mínimo de tiempo cotizado, que en este caso es de 35 años. Además, dos de esos 35 años cotizados deben de haber sido en los últimos 15 años desde el momento en el que se tiene derecho a solicitar esta prestación. En este caso, el interesado podrá obtener esta jubilación anticipada hasta dos años antes de la edad ordinaria que le corresponda según su cotización.