Si hay un jonrón especial entre los conectados por los peloteros cubanos en eventos internacionales es el que disparó en la pugna por el título de la Copa Intercontinental celebrada en Edmonton, Canadá, el guanabacoense Pedro Medina Ayón, quien este jueves 19 de diciembre cumplió 72 años de edad.
Digo que fue especial, porque a pesar de la derrota que le costó la corona a la selección de la Mayor de las Antillas frente a Estados Unidos, 5 a 6, clasifica entre los más espectaculares en citas foráneas y a su protagonista todavía le llaman con bastante frecuencia El Héroe de Edmonton o El hombre de Edmonton.
Sucedió el 16 de agosto de 1981, los pupilos de Servio Tulio Borges Suárez perdían en el noveno inning con marcador de 4 a 5, y a solo un out del triunfo de los estadounidenses, quienes tenían en la lomita del Rencrew Park al zurdo Ed Vosberg, el mentor de los criollos envió a Pedro Medina a empuñar por el enmascarado villaclareño Albertico Martínez.
El capitalino no desaprovechó la oportunidad y le desapareció la esférica a Vosberg, para igualar el marcador a cinco carreras; sin embargo, la alegría duró poco, pues, en el cierre del décimo capítulo, Pedro Jova, que en aquel certamen hizo un gran esfuerzo en la custodia de la esquina caliente, que no era su posición habitual, capturó un roletazo, pero no tiró a home pensando que era foul y, como consecuencia, los norteamericanos anotaron la carrera necesaria para dejar el campo a los nuestros, 6 carreras a 5.
Aquel día, el receptor abridor por los criollos fue el remediano Albertico Martínez y no Pedro Medina, de quien se dijo que tenía problemas estomacales. Con el paso del tiempo el recio bateador dijo en algunas entrevistas que él no estaba enfermo, que fue una decisión exclusivamente técnica, pero él le dijo a Servio Borges que al final lo iba a tener que poner.
Siete años después de haber largado tal vez su vuelacercas más espectacular, Pedro Medina se retiró del béisbol activo, con una cifra de 221 bambinazos, que en esa época lo colocaban entre los primeros en ese casillero en series nacionales y selectivas. Después, la lista creció y el hombre que guió como director al conjunto Industriales a la conquista del cetro en la temporada de 1995-1996 ha sido rebasado por otros toleteros.
De la mencionada Copa que perdieron los cubanos se recuerda también la ofensiva desplegada por el pinareño Luis Giraldo Casanova, quien acaparó la llamada triple corona con .517 de average, seis palos de vuelta completa y 19 remolques. Todo esto lo avaló para ser distinguido como el Jugador Más Valioso.
En el choque decisivo de aquella Copa Intercontinental el mentor cubano utilizó como regulares a Rodolfo Puente (ss), Pedro Jova (3b), Luis Giraldo Casanova (cf), Héctor Olivera (bd), Antonio Muñoz (1b), Fernando Sánchez (lf), Lourdes Gourriel (rf), Alfonso Urquiola (2b) y Alberto Martínez (receptor). En otros momentos del desafío, aparte de Medina, entró también en juego Víctor Mesa. Por el montículo desfilaron Rogelio García (4.2), José Modesto Darcourt (0) y Braudilio Vinent (5).
Después de conectar su jonronazo en Edmonton, la siguiente vez al bate de Pedro Medina en copas Intercontinentales se produjo en la justa efectuada en Bélgica, en 1983. En el primer encuentro de los criollos, Medina vino a batear en sustitución de Fernando Sánchez y repitió su actuación de Edmonton-81, al despachar cuadrangular contra Corea del Sur.
