El 2023 fue el año en el que hubo mayor violencia criminal en la historia de Ecuador. De acuerdo con las cifras oficiales de su gobierno, se reportaron 7.592 muertes de ese tipo. Es decir, por cada 100.000 personas, 40 terminaron siendo asesinadas, un número alarmante si se considera que el 2022 —un año también muy violento— fueron ultimadas cerca de 4.500, casi 50% menos.
Estas muertes se han producido en un contexto en el que el crimen organizado, el narcotráfico y las extorsiones (prácticas que muchas veces terminan relacionándose entre sí por tener a los mismos responsables) han aumentado en los últimos años en la nación con la que compartimos frontera por el norte.
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Pero también se da en un escenario en el que las autoridades (entre ellas militares) no han logrado combatir con eficiencia el problema, más allá de medidas como el estado de excepción de enero de este 2024 y la declaración de un conflicto armado interno. Incluso algunas estuvieron involucradas en casos de corrupción.
Por su parte, este 2024, si bien ha habido una reducción de asesinatos, se convirtió en el segundo año más violento en la historia de Ecuador, según recoge la prensa de ese país, e incluso el agosto de este año superó en violencia al del anterior.
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En esa línea, Luis Córdova, director del Programa de Investigación sobre Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central del Ecuador, señaló a La República que si bien las cifras dadas por el Estado ecuatoriano precisan disminución de asesinatos (en un 18%) en este 2024, estas no contemplan el incremento de hechos violentos en determinadas zonas.
“(Esa es) una tasa a nivel nacional; sin embargo, cuando miramos las tasas de homicidios a nivel local, a nivel cantonal o provincial inclusive, hay zonas del país donde simplemente han crecido los homicidios; entonces, la intervención militar (…) no ha significado una mitigación de la criminalidad en el país”, explica Córdova.
“Los militares ingresan a Guayaquil y simplemente migra esa violencia a Manabí; ingresan a Manabí, migra la violencia a los ríos; ingresan los militares a Los Ríos; migra la violencia a El Oro, etc. (…) Si miramos con mentalidad de contadores, podríamos decir que es un éxito y que han bajado los homicidios, pero si miramos desde el punto de vista social, el costo humano y económico que ha generado la estrategia belicista del Gobierno es un rotundo fracaso”, añade.
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A su turno, Alonso Cárdenas, docente de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, explicó que el narcotráfico se ha consolidado en Ecuador y existen cárteles mexicanos posicionados en el país, los cuales controlan el ilícito negocio.
“Hay dos cárteles mexicanos que tienen mayor presencia en el Ecuador, que son el cartel de Sinaloa y el cartel de Jalisco Nueva Generación, los cuales tienen una disputa por el dominio de las regiones de donde sale la droga a través del puerto de Guayaquil rumbo a Asia. Y esta disputa es una de las causas principales del periodo de violencia exacerbado que se vive en el Ecuador”, refirió el también politólogo.
Córdova agrega que también se debe tener en cuenta la existencia de mafias europeas que operan en el país sudamericano, ya que son las que también exportan cocaína a su continente.
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“Hoy en Ecuador las estructuras criminales que más catapultan el narcotráfico son más bien de origen europeo y asiático, y son esas organizaciones las que han logrado soldar cadenas logísticas que les permiten trasladar toneladas de cocaína hacia Europa, que es precisamente el lugar que más demanda el consumo de cocaína hoy por hoy”, detalla.
Por otra parte, al ser consultado respecto a violencias distintas al narcotráfico o crimen organizado, el también especialista en defensa y seguridad indica que es preocupante el aumento de casos de violaciones, feminicidios, entre otros delitos y su falta de atención por parte de las autoridades.
“Preocupa la falta de seguimiento en la violencia basada en género, la tasa de feminicidios ha crecido en el país; los abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes son también cada vez mayores; la discriminación basada en género contra minorías LGTBQ+, también; entonces, ahí se observa cómo una enorme estela de violencia social sigue reproduciéndose y el Estado no ha atinado a darle respuesta con políticas públicas adecuadas”, detalla.
Córdova menciona, asimismo, que a la crisis de violencia social que se vive actualmente, se suma la energética, por la cual ha habido apagones de hasta 14 horas en Ecuador y tendría como uno de los responsables a distintas mafias en el sector.
Gran parte de la situación de actual que vive Ecuador se debería a la inestabilidad política de las autoridades. Para Alonso Cárdenas, es llamativo que a inicios de los 2000 dicha nación cambiara tantas veces de presidente, y que luego de un tiempo regresara a esa práctica.
“Después de Correa viene Lenin Moreno, pero él, que era del mismo partido de Correa, lo traiciona y cambia totalmente la orientación del correísmo. (…) A partir de Lenin Moreno vuelve un periodo de inestabilidad, de violencia, de corrupción que se agrava con Guillermo Lasso y termina de explotar ahora en el Gobierno de Noboa”, adiciona.
En el caso de Correa, se encuentra asilado en Bélgica tras ser sentenciado por corrupción y Moreno es investigado por el mismo delito por el sistema de justicia, lo cual demuestra la crisis política que se vive en Ecuador.
Pero no solo los gobernantes han sido denunciados o tienen casos abiertos, sino que también hay generales “vinculados al narcotráfico”.
“La criminalidad ha logrado infiltrar las filas policiales y militares a sus más altas esferas. Hemos ya tenido casos de narcogenerales, coroneles vinculados al narco; tenientes coroneles, también; es decir, en la más alta escala de la oficialidad de policías y militares está ya perviviendo las estructuras de crimen organizado; mientras eso no se logre resolver, cualquier medida en territorio resulta evidentemente inoficiosa porque están llenos de topos que les pasan la información”, apuntó Córdova.
Ecuador tendrá una nueva ‘oportunidad’ de salir de su crisis política y social en las elecciones generales de febrero de 2025.
Sobre las relaciones ecuatorianas-mexicanas, el politólogo Alonso Cárdenas explicó que estas siguen distantes tras la asunción de Claudia Sheinbaum como gobernante mexicana. “Sheinbaum ha mantenido la postura de AMLO de no tener contacto diplomático con Noboa; tanto es así que no fue invitado a la toma de posesión de la presidenta”. Las relaciones se volvieron tensas luego de que, en abril, militares ecuatorianos ingresaron sin permiso a la embajada mexicana en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, sentenciado por corrupción.