Cerca de 20.000 niños dejaron de ser atendidos en los Centros de Educación y Nutrición y de Centros Infantiles de Atención Integral (Cen-Cinái) entre los años 2021 y 2023, según reveló una reciente auditoría realizada por la Contraloría General de la República.
Según el estudio, la población que acudía a los Cen-Cinái se redujo en un 37% durante el periodo analizado. Por ejemplo, los menores que recibían atención y cuido bajaron de 34.379 en 2021 a 25.524 en el 2023, mientras los beneficiarios del servicio de comidas diarias pasaron de 19.236 a 8.105 en ese plazo.
La tendencia a la disminución comenzó a verse en el 2022 y persistió el año siguiente. El informe del ente contralor señala que las estadísticas reflejan que la Dirección de Cen-Cinái atiende a menos población que antes de la pandemia provocada por la covid-19.
Dicho programa atiende a menores de edad de entre 0 y 13 años que viven en hogares en condición de vulnerabilidad, pobreza o pobreza extrema. Ellos son atendidos en los centros como parte del programa Intramuros, el cual se divide en el servicio de atención y protección infantil (API) y de alimentación a través de comidas servidas.
El servicio de API es brindado como una modalidad de cuido. Allí asisten pequeños en etapa escolar que requieren de atención y vigilancia porque, en muchos casos, sus padres deben salir a estudiar o trabajar. Las sedes de Cen-Cinái ofrecen este servicio en horarios diurnos, nocturnos y vespertinos.
Por su parte, el servicio de comidas servidas consiste en alimentos preparados en las instalaciones de los centros, los cuales se entregan diariamente en los establecimientos CINAI.
Dicho servicio está dirigido a niños menores de 13 años que viven en condiciones de pobreza básica, pobreza extrema o riesgo social. Adicionalmente, en algunos casos, se recibe a madres en periodo de lactancia para garantizar su adecuada alimentación y proteger el proceso de amamantamiento del bebé.
Según la auditoría, la capacidad de la Dirección Nacional de Cen-Cinái para entregar comidas también se redujo un 3,4% en el periodo analizado, aunque sigue sin operar al máximo de su capacidad. En 2021, la entidad logró atender a 4.000 menores más de los previstos, según su capacidad instalada.
Por otra parte, el servicio de API aumentó su capacidad en un 2,8%, pero tampoco consiguió llegar a su capacidad máxima, pasó de operar al 114% en 2021 a 82% en 2023.
Según el informe de la Contraloría, entre 2021 y 2023, la disminución de los servicios del programa Intramuros afectó a 78 cantones. El cantón Central de Puntarenas fue uno de los más impactados durante ese lapso porque sufrió una reducción del 46% en los cupos, lo cual equivale a 1.325 niños.
En el cantón de Pérez Zeledón, en San José, la disminución fue de 1.226 personas, lo que representa una caída del 45%. En Pococí, Limón, la reducción fue aún más pronunciada, con 1.184 personas menos atendidas, lo que equivale a una disminución en la cobertura del 60%.
Dentro de la Gran Área Metropolitana (GAM) también se observan descensos importantes. En el cantón Central de Cartago, la cantidad de beneficiarios disminuyó en 844 (reducción del 27%), en Desamparados bajó en 648 personas (48% menos) y en el cantón Central de Alajuela cayó en 577 personas (32% menos).
Por otra parte, la auditoría revela que durante el periodo analizado un total de 34 cantones también experimentaron una baja en la cobertura de la estrategia Extramuros de los Cen-Cinái, la cual contempla la entrega de leche y alimentos diarios a familias que viven en condición de vulnerabilidad, pobreza y pobreza extrema.
A pesar de que la población atendida fuera de los establecimientos del Cen-Cinái se mantuvo relativamente estable en poco más de 125. 500 personas, la capacidad de atención se redujo en un 6,4%, afectando principalmente a regiones fuera de la GAM.
El informe destaca que los cantones más afectados por esta situación fueron Upala, Pococí, Golfito y Matina.
En Upala, la población atendida en 2023 se redujo en 1.000 personas atendidas con respecto al 2021 (una disminución del 22,7%). En tanto, en Pococí, Golfito y Matina los recortes fueron de 361, 222 y 218 beneficiarios, respectivamente, lo que equivale a caídas del 4,9%, 8% y 6,7%, durante ese periodo.
Según el informe, después del 2021 la Dirección de Cen-Cinái dejó de contar con un instrumento de planificación que permita articular los niveles de gestión y los procesos institucionales, lo que desencadenó diversas afectaciones en los servicios, permitiendo que miles de menores quedaran fuera de la cobertura Intramuros y Extramuros.
Además, la Contraloría encontró que no se ha establecido un criterio claro para planificar la cobertura de los servicios en el corto y mediano plazo, especialmente en términos demográficos, de vulnerabilidad o financieros. Debido a esto, el 52% de las oficinas locales consultadas por la auditoría dijo no poseer un proceso definido para la planificación institucional.
“Las situaciones presentadas obedecen a que la Administración dejó de lado el direccionamiento estratégico de los servicios que presta, por lo que ha concentrado sus esfuerzos en la atención de requerimientos propios de la operación diaria sin que exista un fundamento en una proyección de las necesidades de la población objetivo”, indica el informe.
En cuanto a la apertura de nuevos centros, la auditoría destaca que la planificación se realiza de manera anual y sin una proyección plurianual, por lo que la falta de visión a largo plazo limita el desarrollo de los servicios. Para 2025, se tiene previsto abrir 12 nuevos centros, de los cuales solo dos corresponden a proyectos nuevos, mientras que los otros 10 son reaperturas de locales con órdenes sanitarias u otros problemas.
La distribución de los nuevos establecimientos también refleja una “concentración desigual”, pues cuatro de ellos estarían en la Región Brunca y dos en las regiones de Huetar Caribe, Chorotega, Central Sur, Central Este y Huetar Norte.
