La actriz debuta en la ficción sonora con un 'thriller' con toques de humor centrado en las teorías de la conspiración, junto a Silvia Abascal, Roberto Álamo y Carlos Peguer
Irene Escolar apuntaba maneras desde pequeña para dedicarse al mundo de la interpretación. Tal y como ella misma explica, sus primeros papeles no fueron otros que imitar a la gente de su alrededor: “A la farmacéutica, a la doctora, a mi profesora… Yo quería ser todas esas personas que veía y admiraba, que despertaban algo en mí”, recuerda.
Algo tan simple como empaparse de lo que veía en su entorno fue el pistoletazo de salida de todo lo que estaba por venir —que está siendo mucho—. En más de dos décadas de carrera había explorado todos los escenarios posibles como actriz; o al menos, eso parecía. El cine, con películas como Un otoño sin Berlín, el teatro, con obras tan señaladas como El público y las series de televisión, como Dime quién soy.
Pero todavía le quedaba una espinita pendiente: colocarse delante de un micrófono e interpretar tan solo con su voz, a través de una ficción sonora. La actriz ha podido cumplir su sueño este mismo año con el estreno de La bala mágica, una ficción sonora que combina thriller con toques de humor y gira alrededor de las teorías de la conspiración, que cuenta con seis capítulos. Ha sido la guinda de un 2024 “muy bonito”, en el que se ha sentido “muy afortunada” por este y otros proyectos como Las largas sombras o Las abogadas.
Los cambios siempre asustan y, pese a tratarse de un proyecto que le apetecía especialmente, había cuestiones que no tenía del todo claras antes de empezar. “Uno de los miedos que yo tenía es que sonara impostado”, admite.
Esa duda se disipó enseguida, al comprobar que tanto ella como el resto del elenco protagonista de La bala mágica grababan juntos las escenas. “Aquí hay algo muy divertido: haces las escenas con tus compañeros. Todos tenemos un micrófono, pero tienes a tus compañeros delante. Las cosas pueden estar muy vivas también, y que pasen cosas mágicas, y que te diviertas. Para mí sobre todo ha sido una experiencia muy divertida, muy gozosa de hacer”, expone. Pero el temor de Escolar era lógico, ya que la mayoría de podcasts de ficción siguen otro método de grabación al utilizar una única cabina por la que pasan de forma individual cada uno de los intérpretes.
Su sensación de alivio no fue para menos teniendo en cuenta el resto de nombres que le han acompañado en esta aventura. Tanto Roberto Álamo como Silvia Abascal eran caras conocidas para ella. Ambos fueron compañeros de trabajo de Escolar en proyectos anteriores, y este nuevo comienzo era la excusa perfecta para volver a coincidir. Por su parte, Carlos Peguer era el único con el que la actriz no había trabajado previamente. No obstante, Escolar se declara oyente de su podcast, La pija y la quinqui, y tenía ganas de compartir con él esta experiencia. “Tiene un sentido del humor y una gracia innata”, sostiene.
Aunque en una ficción sonora no haya caras visibles, no son las voces oíbles las únicas importantes. La bala mágica ha estado al mando de Álvaro de Cózar, director creativo y cofundador de Summer Story, la productora al frente de esta historia junto a Repsol. Tanto él como Josefina Rozenwasser, diseñadora sonora del proyecto, han estado presentes en toda las grabación dando consejos e indicaciones a los actores, algo que Escolar valora de manera muy positiva.
La trama de La bala mágica, gira en torno a Marta Barriuso, una periodista con un sexto sentido para detectar las mentiras que se publican, que es reclutada por una unidad anti-bulos que combate la desinformación. Su vida cambia radicalmente cuando se encuentra con una vieja teoría conspirativa: “las empresas energéticas han ocultado que los residuos pueden convertirse en combustible renovable”. Lo que comienza como una investigación profesional pronto se convierte en un torbellino de desapariciones de científicos, informes destruidos y una red de secretos que le lleva a sospechar de sus propios jefes y su círculo más cercano.
Junto a ella, formarán parte de esta historia Teresa, su mejor amiga (Silvia Abascal), José Luis, un perspicaz guardia civil (Roberto Álamo), Carlos, el becario de su equipo (Carlos Peguer), e incluso Orson, su perro —interpretado por Carlota, la perra de Rozenwasser, mediante grabaciones de paseos, reacciones a la comida, suspiros o ladridos—.
La historia, ya disponible en plataformas como Spotify, analiza desde el humor y el suspense el auge de las conspiraciones y los bulos, y su tono fresco y dinámico hace que el oyente esté enganchado a la trama pero que, al mismo tiempo, se divierta y reflexione.
