Las agencias inmobiliarias dibujan un escenario apocalíptico en el mercado del alquiler con una drástica caída de oferta, listas de espera para ver pisos y sin visos de que la escalada de precios en los nuevos contratos vislumbre su final . Así de certero se muestra el presidente de la la Federación Nacional de Asociaciones inmobiliarias (FAI), José María Alfaro, que lanzó ayer un SOS ante la desaparición del mercado de más más de un tercio de las viviendas de alquiler habitual durante 2024 por«la ineficacia de las medidas aprobadas por el Gobierno central y las diferentes administraciones para hacer frente a la mayor crisis habitacional de los últimos 50 años en España». Alfaro dice que las agencias están viviendo situaciones nunca vistas antes. Señala que algunas de ellas directamente no publicitan ni las viviendas en alquiler ante la alta demanda por cada propiedad que se pone en oferta y las listas de espera que se están generando. Esto ocurre cuando la demanda crece a un ritmo anual del 26,38% a nivel nacional, mientras que el inventario de la oferta de vivienda del alquiler de larga estancia ha caído un 36,3%, según los últimos datos reportados por FAI . Alfaro tacha de insostenible esta situación e insta al Ministerio de Vivienda y a las diferentes consejerías autonómicas del ramo a replantear las políticas anunciadas o puestas en marcha hasta el momento, ya que no existe actualmente ningún indicador de que la escalada de precios pueda tocar techo en 2025. El líder de la asocicación asegura que estos factores también están incidiendo ya en el mercado de la compraventa. Al respecto, explica que muchas personas, al no poder alquilar, se ven obligadas a comprar viviendas que no cumplen sus expectativas o no cubren sus necesidades de tamaño, espacio, geográficas o de accesibilidad, entre otras. En este sentido, el presidente de FAI coincide con el Gobierno en que hay que controlar y actuar en las zonas tensionadas , pero con políticas incentivadoras y no de carácter restrictivo para los propietarios, ya que éstas generan incertidumbre y miedo en un sector sumamente sensible a todo tipo de cambios económicos y legislativos, que percibe como negativos, y provocan la fuga o retirada de inmuebles del mercado.