Decir mantecados y polvorones es hablar con propiedad de un pueblo de la provincia de Sevilla que lleva por bandera la elaboración de estos dulces artesanales. Este rincón embriaga nada más pisarlo gracias al olor que se desprende en el ambiente: huele a canela procedente de sus fábricas. Se podría decir que es toda una delicia en sí mismo. Sus manjares dulces le han reportado una merecida fama internacional que hace que la producción no pare durante el año, y no solo sea una venta estacional en fechas navideñas: no es otro que Estepa. Desde 2009 cuenta con protección mediante una indicación geográfica «Mantecados de Estepa» . Esta industria tiene su origen en el año 1899, cuando una estepeña, Micaela Ruiz Téllez 'La Colchona', creó un negocio familiar para fabricar de mantecados con una receta mejorada, que vendía de Estepa a Córdoba. Actualmente hay unas treinta empresas dedicadas a la producción de estos manjares de los que se han fabricado el año pasado quince millones . Esta industria genera 2.200 puestos de trabajo, no solo personal de fábrica sino otros puestos dentro de la cadena de producción. Roscos de vino, alfajores, mantecados o polvorones son los más apreciados por los compradores, que se acercan hasta la localidad para adquirir estas delicias, aunque cada vez está más extendida la compra online. Son cientos los visitantes que se acercan para comprar mantecados y polvorones haciendo una ruta por algunas de la s fábricas del municipio , así como aprovechar para hacer turismo. Se puede ver el clásico belén de chocolate representa este año a la Alhambra de Granada, una obra de 50 metros cuadrados hecha con más de dos mil kilos de chocolate. El museo, una demostración de mantecados o visitar a Papá Noel... numerosas actividades en torno al mantecado. El más vendido es el de canela o el de limón, según el presidente del Consejo Regulador, José María Fernández, pero los tiempos han querido que nuevos sabores lleguen hasta estas fábricas, como el de chocolate o el pistacho.
